Notable “descubrimiento” oficial: origen del crimen

El Ministro de Gobierno acaba de hacer un “descubrimiento” notable, consistente en que el narcotráfico es una de las causas de la inseguridad que se vive actualmente en todas las ciudades capitales del país. La revelación iluminada se produjo en la cumbre de Seguridad Ciudadana que se realizó en Tarija ante la presencia de gobernadores, alcaldes, los comandantes de Policía, de las Fuerzas Armadas, Derechos Humanos, Contralor General, Fiscalías, entre otros.

Tales autoridades en general quedaron poco menos que asombradas ante la magnitud de esa noticia que, en gran medida, sería la causa de los graves problemas que a diario sufre la ciudadanía, como asesinatos, atracos, asaltos, violaciones y todo tipo de abusos de magnitud que no puede controlar la Policía y que aumenta en progresión geométrica.

La increíble revelación de la máxima autoridad encargada de la seguridad interna del país confirmó de manera categórica que serán adoptadas medidas contra el narcotráfico “como parte -según sus propias palabras- de la seguridad ciudadana, dadas las múltiples vinculaciones que puede tener la actividad ilícita asociada a las drogas con los delitos comunes y el crimen organizado. Esas apreciaciones, al provenir de una alta autoridad del Ejecutivo, ponen de “pelos en punta” a la población inerme que, hasta el momento, no atribuía al narcotráfico de esa ola de delincuencia.

Identificada, en esa forma, por el Ministerio del ramo, una de las causas principales de la delincuencia urbana y rural, es posible señalar que, hasta el presente, no se consideraba al narcotráfico como causal de delitos de toda clase y que, además, a partir de la actualidad, la marejada delictiva (si se adopta alguna medida) se encontrará contra la horma de su zapato e ingresará en una etapa de repliegue.

El notable hallazgo, del alto funcionario público, de la causa de la inseguridad social no debe, sin embargo, quedarse en revelación, sino que tiene que ser combatida en su verdadera causa, que resulta siendo, según la versión oficial, el narcotráfico. Vale decir que, en adelante, el despacho de seguridad interna aumentará sus esfuerzos para poner fin a las redes internas y externas del tráfico de drogas ilícitas. En consecuencia, no deberá limitarse a atender los efectos sino las causas o, en un ejemplo gráfico, no deberá atender síntomas como un dolor de cabeza, cuando el origen del mal está en una infección intestinal.

Pero eso no sería suficiente, ya que el narcotráfico no es la causa primaria de los males sociales, sino resultado de los grandes cultivos de hoja de coca que son la “madre” de la producción de droga. Efectivamente, reducirse a combatir a los traficantes de droga y no atacar el origen de la droga que es la hoja de coca, sería como atacar los humos de un incendio, mientras por otro lado se echa leña al fuego, que es donde se origina el humo.

Si en realidad se va a intentar romper las redes de la inseguridad popular con sólo medidas contra los traficantes de drogas -que circulan impunemente, inclusive en los alrededores de los colegios- se podría decir que no se va a obtener mayores resultados y que la campaña anunciada terminará en un enorme cero, sin tener en cuenta la pérdida de tiempo, dinero y vidas.

Es más, continuará aumentando la fuente que produce la materia prima para fabricación de droga, determinando sus respectivos resultados a todo nivel. Por tanto, se podría anticipar que una lucha de esa naturaleza, con tan limitados objetivos y sin entrar al fondo de la cuestión, terminará sin resultados y se tendrá que empezar de nuevo.

El mismo alto funcionario ejecutivo también reiteró que la instalación de fábricas para elaboración de droga en el país se ha ido acrecentando, debido a que, además, Bolivia se convirtió en un tránsito para transportar este ilícito mercado internacional, sin que se pueda hacer controles en lugares específicos, aseveración que mueve a graves presentimientos.