La Unión Europea y Estados Unidos han pedido a Camerún que detenga la matanza de elefantes que desde hace semanas ocurre en un parque nacional al Norte del país.
Como publicó EL PAÍS, en solo unas semanas, una milicia procedente probablemente de Sudán ha acabado con unos 200 ejemplares para comerciar con el marfil de los colmillos.
La UE se ha dirigido por carta al primer ministro, Philémon Yang, para expresarle “su preocupación” por lo que está ocurriendo en el parque nacional de Bouba N’djida. “Aunque es difícil conseguir información fiable por el aislamiento y la inseguridad de la zona en la que está el parque, hay pruebas de una masacre a gran escala de al menos 200 animales”, señala la carta, firmada por el representante de los Veintisiete en Yaoundé, el portugués Raúl Mateus Paula.
La UE apunta que es “esencial” atajar la matanza para “poner en valor el importante patrimonio turístico” de Camerún y proteger un “espacio excepcional como el parque nacional de Bouba N’djida”. Para ello, le pide al Gobierno que despliegue “los medios adecuados” en la zona para frenar los ataques. Además, recuerda los programas a favor del medioambiente que la UE financia en el país. Según fuentes diplomáticas, Estados Unidos ha mostrado también su preocupación en parecidos términos.