(EFE).- Río de Janeiro quedó desde ayer, y hasta la madrugada del Miércoles de Ceniza, bajo la regencia del Rey Momo, que recibió las llaves de la ciudad de manos del alcalde Eduardo Paes, en el acto que marca el inicio oficial de uno de los carnavales más famosos del mundo.
“Estoy tomando una licencia en este momento para pasarle las llaves de la ciudad y el cargo de alcalde al Rey Momo. Él será quien ejercerá todos los poderes por cinco días”, dijo Paes en una ruidosa y colorida fiesta en el Palacio de la Ciudad a la que asistió la “corte” en pleno, incluyendo reinas, princesas, bailarines en zancos y los miembros de la irreverente Cofradía do Garoto.
El Rey Momo, encarnado por Milton Junior, un gordo alegre y de aspecto bonachón, llegó al Palacio de la Ciudad en una limusina y fue recibido con alfombra roja y beso en la mano por el alcalde, que usaba un sombrero Panamá y portaba un cartel en el que rezaba: “Viva la monarquía”.
“Declaro oficialmente abierto el carnaval de Río de Janeiro”, dijo por su parte el Rey Momo, vestido con el traje de rigor, tras lo cual aclaró que para ser coronado tuvo que demostrar que su figura obesa no le impide ser un excelente bailarín.
La fiesta de entrega de llaves de la ciudad fue animada por la banda oficial de la alcaldía y por la “batería” (orquesta) de la escuela de samba Beija-Flor, ganadora del carnaval del año pasado.
El acto simbólico dio inicio a un maratón de desfiles de escuelas de samba y de “blocos” (comparsas), de fiestas populares y de bailes de salón que se prolongará por cinco días y para la que son esperados 850.000 turistas, 250.000 de ellos extranjeros, según las autoridades.
Según los cálculos de la secretaria municipal de Turismo, los visitantes, que ocuparon cerca del 90 por ciento de la capacidad hotelera de la ciudad, sin contar los 90.000 que llegaron a bordo de 25 cruceros, dejarán en la ciudad unos 620 millones de dólares.
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