La lujosa confección de los trajes de las 48 danzas folklóricas, los colores, el movimiento, el humo y los mensajes que se emitían en el recorrido de la máxima expresión cultural del país cautivaron a más de 300 mil espectadores. Las novedosas caretas mecatrónicas de aproximadamente seis metros de alto llamaron también la atención del público en general.
El ingreso de las diabladas Ferroviaria y Enaf que datan de hace más de cincuenta años deslumbraron los ojos de quienes lograron encontrar un privilegiado lugar para presenciar este colorido espectáculo. El público siguió de pie esta actuación y se contagió del baile, mientras los músicos ejercitaban nuevas coreografías que recibieron el aplauso de los concurrentes.
La inolvidable jornada de fe y devoción a la Virgen de la Candelaria, seguida en el mundo a través de señales de televisión, fue complementada por la intervención particular de las bandas de música, cada coreografía e innovación recibía como premio un cerrado aplauso.
Por otro lado, el ministro de Culturas, Pablo Groux, informó que “el Carnaval deja aproximadamente 19 millones de dólares en la circulación de nuestra economía”, siendo Oruro el principal destino.