Monterrey, (EFE).- El enfrentamiento entre grupos del crimen organizado por el control de un penal del norteño estado de Nuevo León, el cual dejó 44 muertos, es el más grave de los últimos cinco años en México, según autoridades del país.
Por la madrugada de ayer un enfrentamiento entre miembros de grupos rivales en el penal de Apodaca, en la zona metropolitana de Monterrey, capital del estado de Nuevo León, provocó la muerte de 44 presos, todos del dormitorio D, informó el portavoz de Seguridad del Gobierno estatal, Jorge Domene.
“Queda confirmada la muerte de 44 personas al interior del penal de Apodaca, todos ellos han sido victimados por objetos punzocortantes y contundentes, entre estos, piedras y barrotes”, señaló en rueda de prensa.
El funcionario explicó que, de acuerdo con las indagaciones, se tiene información que el enfrentamiento “obedeció a una riña entre grupos rivales de la delincuencia organizada que están en el interior del penal”.
“Sabemos que en el interior existen ‘zetas’ y ‘golfos’, estamos identificando los muertos para saber a quién corresponde ese ataque”, puntualizó.
El portavoz precisó que todos los muertos eran reos de un solo dormitorio conocido como Delta o D y que el choque “fue provocado por internos del dormitorio C, por lo que se investiga cómo fue que el grupo de atacantes pudo ingresar y superar las barreras entre uno y otro sector.
Agregó que por este motivo se detuvo y se investiga a todos los custodios que se encontraban en servicio, entre estos el jefe de seguridad del penal, aunque también se indaga con el director, ya que las primeras pesquisas apuntan a que había un “complot con los custodios”.
Según la información oficial, la reyerta inició entre las 01.30 y las 02.00 hora local (07.30 y 08.00 GMT), principalmente en un dormitorio de la prisión.
Durante la riña se escucharon detonaciones de armas de fuego, pero las autoridades aún desconocen si estas eran de los custodios o de los internos.
Fuera del penal permanecieron unos 400 familiares de los presos, quienes pidieron a gritos información sobre los reos.
Además, versiones de unas 40 mujeres, esposas de reos que salieron durante la madrugada de su visita conyugal, señalan que en el enfrentamiento se utilizaron piedras, palos, armas blancas e incluso se escucharon tiros y una explosión. Las mujeres también afirmaron que al penal ingresaron hombres armados.
Los familiares aseguraron que el centro penitenciario está en manos de Los Zetas, un grupo de exmilitares que fue originalmente el brazo armado del Cartel del Golfo y del que se separó para disputar el control de los negocios ilícitos.
El centro penitenciario de Apodaca se encuentra a unos 22 kilómetros de la ciudad de Monterrey, capital de Nuevo León, y la carretera está cerrada al paso de los vehículos.
Las fuerzas estatales, federales y militares tomaron el control de la cárcel incluso con un helicóptero, y el gobierno de Nuevo León instaló una mesa para atender a los familiares de los internos.
La prisión de Apodaca es de mediana seguridad y cuenta con alrededor de 3.000 internos, una cifra que rebasa en un 30% su capacidad, como suele suceder en la mayoría de los centros de reclusión en México.
Esta riña es la de mayor número de víctimas en los últimos años en un penal mexicano. En enero pasado otra reyerta registrada en un centro penitenciario del norteño estado de Tamaulipas provocó la muerte de 31 presos.
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