Origen del Tratado de Tregua con Chile

La comunicación a la Legación boliviana

A fines de 1883, la Legación boliviana acreditada ante el Gobierno de Chile fue comunicada para tratar sobre la celebración de un tratado de tregua entre las dos naciones a fin de meditar y acordar con calma las bases de un tratado de paz definitivo.

La convocatoria al “Consejo Consultivo”

El Gobierno de Bolivia, presidido por el general Narciso Campero, antes de aceptar o rechazar la proposición chilena, quiso inspirarse en las corrientes de la opinión nacional para ajustar a ellas un asunto de tan grave trascendencia y responsabilidad.

Con este objeto, convocó a los tres principales jefes y personeros de los tres partidos políticos en los que estaba entonces dividida la opinión del país para que constituyesen un “Consejo Consultivo”.

El personal del “Consejo Consultivo”

Formaban parte de este Consejo el general Eliodoro Camacho, y los doctores Nataniel Aguirre y Crispín Andrade y Portugal, en representación del partido Liberal; los señores Gregorio Pacheco, Casimiro Corral y Jorge Oblitas del partido Demócrata; Serapio Reyes Ortiz, Isaac Tamayo y Pedro García, del Constitucional. El doctor Tamayo concurrió como delegado del doctor Aniceto Arce.

Este Consejo Consultivo se reunió en la ciudad de La Paz, y después de muchas sesiones, celebradas en el Palacio de Gobierno, llegó en un día como hoy, al acuerdo final, que consta del documento siguiente:

El Acta final

“Acta de la sesión final del Consejo Consultivo, del 21 de febrero de 1884.

Bajo la presidencia del señor Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, doctor Pedro H. Vargas y con la concurrencia de los señores Fidel Araníbar, Ministro de Hacienda e Industria; Jenaro Palazuelos, Ministro de la Guerra; Eliodoro Camacho, Gregorio Pacheco, Casimiro Corral, Nataniel Aguirre, Serapio Reyes Ortiz, Jorge Oblitas, Isaac Tamayo, Pedro García y Crispín Andrade y Portugal se declaró abierta la sesión a horas 2 p.m.

Verificada la lectura del acta de la sesión del día anterior, fue aprobada.

En seguida, la moción apoyada generalmente, se convino en el siguiente acuerdo:

El Consejo Consultivo, llamado por el Supremo Gobierno para expresar su opinión respecto de las bases de una tregua, propuesto por la cancillería chilena, y las ulteriores instrucciones que al efecto fuese necesario comunicar a la misión diplomática de Bolivia, constituida en Santiago, ha acordado por unanimidad las siguientes declaraciones:

Primera.- La acción del poder Ejecutivo de la República en las actuales gestiones diplomáticas referentes a la tregua expresada, ha sido ha sido patriótica, previsora y conforme a los intereses generales del país, constando de las actas de sesiones, la opinión personal de los vocales del Consejo respecto a los ulteriores desenvolvimientos.

Segunda.- Que la cuestión internacional, es muy ajena y distinta de los intereses y conveniencias de los partidos políticos electorales, los que en el desarrollo actual de ésta, y las emergencias que en adelante surgieren, siempre se encontrarán alrededor del gobierno nacional, inspiradas por el patriótico propósito de prestarle su concurso y el apoyo de su opinión, sin distinción alguna..

Inmediatamente, el señor Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, doctor Pedro H. Vargas, dirigió una alocución conveniente, declarando clausuradas las sesiones de la junta especial.

Con lo que terminó, y firman todos los miembros del Consejo concurrentes a la sesión.

Eliodoro Camacho, Gregorio Pacheco, Casimiro Corral, Jorge Oblitas, Serapio Reyes Ortiz, Nataniel Aguirre, Pedro García, Crispín Andrade y P., Isaac Tamayo.

Rafael Canedo- Secretario y Oficial Mayor de Hacienda”.

La celebración del Tratado de Tregua

En virtud de este acuerdo, el general Campero instruyó a los diplomáticos bolivianos Belisario Salinas y Belisario Boeto, para que celebrasen el Tratado de Tregua con Chile, hecho que se realizó el 4 de abril del mismo año.

EL DIARIO, 21 de febrero de 1926.

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