Milton Luis Lérida A.
En septiembre de 1991, por medio de Radio FIDES de la ciudad de La Paz realicé la denuncia sobre el uso, aprovechamiento y/o explotación de las aguas del Silala por parte de Chile y, con mayor énfasis, a partir del mes de mayo de 1996 a través del periódico paceño ELDIARIO y todos los medios de comunicación escritos, orales y televisivos, junto a los periodistas y reporteros.
Sin embargo la cobardía y el miedo de los gobiernos han hecho que hasta la fecha no se haya sentado soberanía, menos se haya ejecutado proyectos de desarrollo que puedan crear las condiciones para tener una frontera viva, que pueda generar un polo de desarrollo con las aguas del Silala en el sud oeste de Bolivia.
Después de 20 años de constante denuncia ante el pueblo boliviano, por el aprovechamiento y/o explotación de las aguas del Silala por parte de Chile, no se tiene un resultado positivo para Bolivia.
Por otro lado, durante más de dos décadas se ha hecho una serie de sugerencias concretas a las autoridades, sin embargo constatamos que todos los que gobiernan tienen miedo de sentar soberanía en la frontera con Chile, no tienen capacidad para desarrollar proyectos y menos existe voluntad para generar un polo de desarrollo, a pesar de existir inmensos recursos económicos y/o financieros en las arcas del Estado.
Ahora podemos afirmar que los mayores obstáculos de los gobiernos bolivianos para aprovechar y explotar las aguas del Silala en beneficio de los bolivianos son la cobardía y el miedo que tienen a Chile.
Así mismo, constatamos que tenemos una Cancillería vacilante, carente de conocimiento y, por otro lado, los cancilleres son timoratos, vacilantes y hasta temblorosos para solucionar el tema de las aguas del Silala, a pesar de tener todo a favor de Bolivia.
Nos preguntamos: ¿qué miedo podría haber si sabemos que los manantiales del Silala están ubicados íntegramente en territorio boliviano, por tanto bajo soberanía boliviana?, ¿por qué ningún gobierno boliviano puede aprovechar esas aguas a favor de Bolivia? La única respuesta que encontramos es que cobardía y miedo han mostrado los distintos gobiernos bolivianos, cuando se trata dicho tema.
Los bolivianos no podemos seguir viviendo en esta situación, debemos tomar el camino de la dignidad y hacer que las aguas del Silala beneficien de forma inmediata al desarrollo agrícola, minero, turístico de la provincia Sud Lípez y toda la región sud oeste del departamento de Potosí y por ende a Bolivia. Tenemos que organizarnos, para desechar la cobardía y el miedo, que nos han mostrado todos los gobiernos de turno.
La cobardía y el miedo, la ignorancia y la falta de voluntad son las causas principales para que Chile disfrute y se beneficie con las aguas del Silala sin problema, porque los chilenos saben que los gobiernos bolivianos son timoratos, pávidos, temblorosos y hasta huidizos.
El pueblo boliviano no puede seguir esperando y menos vivir en esta situación. El pueblo debe organizarse y seguir el camino de la dignidad, la firmeza, el ímpetu, la fortaleza, el vigor, el ánimo y la voluntad para aprovechar las aguas del Silala y sentar soberanía en la frontera con Chile.
Esperar algo de los gobiernos es una ilusión, porque sólo nos llevarán al olvido y al infinito. Las aguas del Silala son un recurso vital para el desarrollo de los bolivianos, particularmente para los pobladores del sud oeste, motivo suficiente para levantar las banderas de la honra, la victoria y la dignidad para superar la cobardía y el miedo de los gobiernos de turno.
El autor es economista.
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