Un camino que no se termina de construir

El camino asfaltado La Paz - Achacachi - Sorata se encuentra inconcluso en su tramo final. Esta vía, trabajada hace ocho años, ha sido entregada sólo hasta la población de Ilabaya, dejando sin terminar unos 15 kilómetros hasta la capital Sorata, tramo que ya contaba con arte de cortes, ensanche de carretera y puentes.

En marzo de 2011, ante reiterados reclamos por el abandono de estas obras, la Gobernación del Departamento de La Paz ha decidido la reanudación de los trabajos inconclusos que ha dejado la empresa constructora. El actual gobernador César Cocarico ha encomendado a otra empresa la conclusión del asfaltado. Esa empresa encara las obras sólo en una primera fase desde Ilabaya hasta Ulluntija, unos cuatro kilómetros.

Ha pasado casi un año de los trabajos que la constructora hace con paso de tortuga. En principio se preparó los trabajos desde la salida de Sorata hasta el río San Cristóbal, sin tener en cuenta la época de lluvias que se avecinaba, por lo cual todo lo que hizo fue en vano, por los embates de la naturaleza. Ojalá que este año no ocurra lo mismo, que se actúe con responsabilidad para no repetir errores pasados.

El vecindario de Sorata está muy preocupado por estos trabajos mal ejecutados, pero nadie reclama, los campesinos sólo se ocupan de sus comunidades, las autoridades del lugar descuidan sus obligaciones, tienen oficinas en la ciudad de La Paz y están en Sorata solamente los fines de semana. Nadie hace algo para revertir tal situación. Los pocos vecinos que quedan duermen el sueño del olvido y la resignación. Si esto aconteciera en otras regiones, los pobladores harían bloqueos y pedirían la renuncia de esas autoridades.

Sorata es un paraíso olvidado por los poderes del Estado, no sólo tiene valor por la riqueza potencial de las entrañas de la tierra, sino por la belleza incomparable de sus paisajes, que hace que el turista quede cautivado y maravillado. En esta oportunidad permítasenos mencionar que el Presidente del Estado en una campaña electoral prometió la construcción de un estadio deportivo, manifestando además que había los fondos necesarios para su ejecución. Lastimosamente el candidato de su partido ha perdido las elecciones y dicha promesa ha quedado en el olvido.

Son múltiples las necesidades que tiene Sorata. Según el contrato, la construcción del camino asfaltado sólo está contemplada hasta el lugar del ex Hotel Prefectural, sin tener en cuenta la entrada y salida del pueblo, unos dos kilómetros. Esos caminos se los ha convertido en calles debido a las construcciones de casas en todo el trayecto y que en época de lluvias se convierten en barriales intransitables. Se debería pavimentar primordialmente este tramo, teniendo en cuenta que es la primera impresión que recibe el turista cuando conoce un pueblo. Ni qué decir de la construcción de una Terminal de Buses. Además las dos plazas de Sorata y las calles están abarrotadas de vehículos de alquiler (“chutos”) y minubuses que no dejan transitar libremente.

El camino asfaltado trabajado necesita ya un resellado, la capa asfáltica puesta es muy delgada y hay muchos huecos en el trayecto.

No comprendemos cómo otras poblaciones se benefician con obras monumentales, por ejemplo Achacachi, donde se ha construido un estadio deportivo más grande que el de la ciudad de Sucre, un camino asfaltado de 50 Km., desde Achacachi hasta Janko Amaya, un camino asfaltado a la población de Peñas, etc. Tampoco comprendemos por qué las autoridades gubernamentales han descuidado el tramo final de pocos kilómetros en la carretera hacia Sorata.

Ojalá que nuestras autoridades, preocupadas por los problemas que tienen las provincias de nuestro Departamento, le presten la debida atención al caso mencionado, determinando lo que corresponda.