Por Prof. Benjamín Medrano Villca
Implementar nuevas estrategias metodológicas de enseñanza en el área de la matemática, es muy importante con el uso del material educativo adecuado para que el niño y niña de Educación Primaria Comunitaria Vocacional pueda aprender de la mejor manera y de manera objetiva, partiendo de sus saberes previos y así, poco a poco llegar a pensar, razonar y resolver problemas matemáticos y pronto llegar a la abstracción.
Por otro lado, en todas las instituciones educativas se percibe que los estudiantes tienen problemas en situar la noción de valor posicional propio del sistema decimal con los números naturales y resolver las operaciones matemáticas, a partir de ello los estudiantes se sienten, desmotivados y no tienen el interés de aprender; este factor se debe de que no se da énfasis al uso de material concreto y del contexto del estudiante.
De tal manera es muy necesario trabajar en este nivel con materiales adecuados, como el ábaco, el cual es una estrategia pedagógica que facilita la enseñanza y el aprendizaje, además es uno de los elementos didácticos más antiguos en la enseñanza de las matemáticas, el cual ha sido utilizado principalmente para construir conceptos de sistemas de numeración, adición y sustracción y cambios de base, entre otros.
Sin embargo, la utilización del ábaco en las aulas resulta muy útil, porque motiva e integra, es dialógica para los estudiantes; la fabricación del ábaco es sencillo y posible, ya que se puede usar materiales de desechos como por ejemplo: lana de oveja, lanas de colores, tapas de gaseosas, lapiceros en desuso, para así lograr aprendizajes más significativos en los niños y niñas.
Una vez obtenido el ábaco, el aprendizaje resulta muy fácil. A partir de ello los niños y niñas empiezan a practicar y manipular de manera objetiva realizando conteos y desconteos como ser: de uno en uno, luego de dos en dos, así sucesivamente hasta 9, y cada que se llega a una decena de unidades, pasa a las centenas, etc., para luego realizar los canjes con mayor facilidad.
Una vez desarrollado la noción del valor posicional del sistema de numeración decimal, será sorpresa de que los estudiantes realicen sumas, y otras operaciones aritméticas de manera divertida y sin mayor dificultad, porque, el ábaco es una estrategia activa para los niños, puesto que ellos al manipular el material, se divierten y así poco a poco pierden el temor a las matemáticas.
Con el uso y manejo del ábaco los niños en ambientes educativos se favorecerán en la construcción de conceptos y el desarrollo de competencias como las siguientes:
• Construcción y manejo del sistema de numeración decimal que implica la comprensión de los dos principios fundamentales que lo estructuran: tener base diez y ser posicional.
• Reconocimiento de regularidades y patrones de formación de los números.
• Encontrar estrategias para efectuar operaciones (adición, sustracción, multiplicación y división) además de comprender sus propiedades.
• Interpretación y comprensión de los procedimientos generales o algoritmos de las operaciones.
• Reconocimiento y representación de números en bases diferentes a la base diez. Por ello el docente del área de matemáticas te invita a aprender con el ábaco las cuatro operaciones en las próximas ediciones.
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