Unión Española de Chile superó a un frágil equipo de Bolívar que volvió a mostrar un fútbol endeble, con una defensa lenta, que no tiene alma para jugar, carece de ideas en el ataque y es predecible cuando sale de su sector.
Empezó ganando la Academia con un gol de Edemir Rodríguez a los 35 segundos y los celestes se creyeron ganadores, siguieron las instrucciones de un técnico cauteloso y dejó crecer al equipo chileno que le fue comiendo los talones y al final lo aplanó.
El 3-1 es el reflejo de la diferencia de un equipo que trabaja y es ordenado, el otro que deja dudas sobre su trabajo y que no tiene alternativas.