OPINIÓN
Ilusionado asistí al partido entre The Strongest y el Juan Aurich, todavía no se me pasa la vacuna que los españoles de la Unión implantaron el pasado martes ante la academia, semi adolorido y contuso del alma, me senté en la gradería, agarré un café y traté de calentar mi espíritu; ese espíritu futbolero boliviano que viene buscando calor desde hace algún tiempo.
En una pelota parada, el Juan Aurich tuvo la osadía de ejecutar un remate de 40 metros directo al arco, suave y en combo, y no acabo de explicarme como Vaquita, el ya varias veces convocado a la selección, tuvo la osadía de ningunear al destino y se come ese gol, porque… convengamos que se lo comió; tuvo la grandeza con la cara al frente de la curva sur de pedir disculpas, juntando las manos implorando perdón, recibió la bendición de la ultra sur , la comprensión y misericordia de todo el estadio.
Afloró el corazón, una vez más, ese que sale a relucir en los momentos más aciagos. El “Chamagol” pidió a uno de nuestros periodistas días atrás paciencia… la hinchada supo dársela y para refrendar ese cheque verbal, mete un gol , en el momento que más necesitaban los de Achumani .
El tigre tuvo desordenadas oportunidades e intenciones. El “pájaro” Escóbar supo concretar y arrancó la pasión de las tribunas, ese grito tantas veces contenido…con la ilusión de siempre .
The Strongest ganó como la historia de su hinchada… de manera aguerrida y sufrida; pero ganó, y eso basta para que miles de corazones atigrados palpiten ansiosos esperando la clasificación del equipo a una siguiente instancia. El Tigre comenzó perdiendo sus dos partidos y terminó ganándolos… pero se queda por el momento tan sólo en eso , en el fútbol de hoy es suficiente.
Esto no es como empieza sino como termina. Lo que sí sé es que después de mucho tiempo pude sentir a la gente salir feliz del estadio, más esperanzada que nunca, las puertas están abiertas para una clasificación, y el tigre y su hinchada hasta el momento se la merecen.
La calculadora con sumas y restas, en estos momentos no la necesitan. El hombre que calculaba de Malba Tahan que siga en la repisa. Ahora para los atigrados más que posibilidades existen hechos, son líderes de su grupo; ganan a un equipo peruano después de 34 años, están motivados y tienen una afición que los respalda, pero ante todo tienen la convicción de que pueden lograrlo.
Se me viene a la mente, y no sé porqué, el adecuar un poema utilizado en el guión de la película “el lado oscuro del corazón” escrito por Oliverio Girondo … me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme .En términos futbolísticos, pueden jugar a nada, corretear sin sentido, perder el medio campo, errarle en los cambios, pero saben soñar con lograrlo permanentemente y eso es impagable.
TURCO BERDEJA
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