El lodo y potenciales enfermedades preocupan a autoridades de salud, luego de las inundaciones.
Cobija.- Las aguas cedieron pero ahora queda la lucha contra el lodo y potenciales enfermedades que preocupan a las autoridades de salud en esta población, aunque el panorama es más alentador que en los días precedentes. Una ligera llovizna a mediodía no interrumpió las tareas de quienes realizan la limpieza de las calles que estaban anegadas.
Algunos de los pobladores de las zonas bajas afectadas por las aguas del río Acre intentaron volver a sus antiguas moradas, para ver si podían recuperar algo de lo que quedaba, pero se encontraron con las manos vacías, mientras volquetas y tractores de la Alcaldía hacían su tarea de limpieza.
Los más todavía se encuentran alojados en escuelas fiscales, en la plaza y entidades que cuentan con amplios ambientes, hasta donde llega la provisión de los artículos de primera necesidad y se realiza la tarea diaria de la olla común.
“Hay una provisión casi normal de alimentos y lo importante es que en esta situación se ha puesto a prueba la solidaridad de la población. Tengo la información de dos aviones Hércules que llegaron con la asistencia humanitaria y provisiones que vinieron de una ONG y del Banco Bisa, de manera que ese es un aliciente”, informó Jorge Justiniano, en contacto telefónico.
Un camión cisterna proveyó del líquido elemento a los afectados que viven en carpas, mientras las empresas de agua mineral también cumplían con esta tarea para satisfacer las necesidades.
La energía eléctrica retorna gradualmente a algunas de las zonas que hasta ayer no contaban con ese servicio, lo que permitió una tarea más ordenada de los trabajadores del municipio, empeñados en devolver a Cobija a los días de tranquilidad.
La fumigación de la zona afectada es otra de las tareas preventivas que ayuda a las familias a quitarse de una preocupación, aunque la información de unos 14 casos de picaduras de serpientes mereció una rápida explicación de los responsables del área médica de la Gobernación.
Por el momento no existe la posibilidad del retorno a clases de los alumnos de establecimientos fiscales y sí lo harán los establecimientos particulares, ante el reclamo de los alumnos y padres de familia.
En tanto, la provisión de asistencia de alimentos a la población del Porvenir es regular porque el camino carretero de aproximadamente 30 kilómetros se encuentra expedito y pueden recibir la asistencia, quienes son víctimas de la riada provocada por la crecida del Tahuamanu.
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