Un astillero para Bolivia

El delicado tema de la demanda boliviana para una pronta salida al mar es parte de una política de estado, la cual se tiene que nutrir con la iniciativa y suma de visiones de los estantes y habitantes de Bolivia.

Una propuesta al respecto sería hacer gestiones para la instalación de un astillero de botes y barcos, a escalas diferenciadas, en territorio nacional (es aconsejable que sea en la Amazonia boliviana). En ese sentido, nuestros ríos y lagos navegables son las bases apropiadas para responder a tales desafíos y favorecer la comunicación y manejo beneficioso de las aguas bolivianas, en primera instancia.

Recursos renovables como la madera, en sus distintas variedades, que posee nuestro país, pueden ser utilizados en términos diferenciados y competitivos, con una combinación de materiales sintéticos que nos oferta el mercado exterior.

La absorción y transmisión de conocimientos sobre la instalación de un astillero sin duda pasa por el contacto y vínculo estrecho con otros países, mediante la Cancillería, embajadas, consulados y agregados comerciales bolivianos, para acompañar la gestión correspondiente. Así incluso se podría introducir en nuestro país una nueva línea productiva nacional que, asimismo, posibilitaría la generación de empleo y a largo plazo se recibirá de seguro un retorno económico a raíz de una comercialización de botes y barcos de distinta escala a nivel nacional y una apertura, si se quiere, a nivel internacional.

Las experiencias de países navegantes como Italia, Suecia, Francia y otros deben constituir la base referencial y aliciente para propender hacia el retorno al mar. Las condiciones están dadas en tiempos de avance con una nueva perspectiva y visión marítima, por lo cual se debe trabajar a favor de una pronta instalación y enclave de un astillero de botes y barcos, a escalas diferenciadas, para Bolivia.

El autor es docente de la UMSA.