JIFE ve ambigüedad gubernamental y autoridades minimizan el informe

En el informe que emite anualmente, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) pidió a Bolivia reducir las plantaciones de le hoja de coca. En contraposición, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, afirmó que el informe es “exagerado”. Esta postura fue apoyada por el Ministerio de Relaciones Exteriores que en un comunicado asegura que Bolivia controla el cultivo excedentario de la hoja milenaria.

Cáceres señaló que el viaje del Mandatario a Viena, acompañado de los dirigentes y representantes de los cocaleros, tiene el objetivo de defender el masticado de coca y afirmó que la JIFE se extralimitó en el informe sobre el cultivo de esta hoja milenaria.

“Es un informe extralimitado. La JIFE por historia sigue cometiendo el gran error de no reconocer la verdadera evidencia cultural, histórica del acullicu, da mucha pena. Porqué no objeta a la Coca Cola, para la cual se usan también hojas de coca”, dijo.

El órgano de Naciones Unidas encargado de vigilar el cumplimiento de las leyes internacionales antidroga mostró su “hondo pesar” por la utilización de Bolivia de un procedimiento de la Convención de 1961 para tratar de legalizar el masticado de la hoja de coca.

La JIFE dijo que Bolivia adoptó “una medida sin precedentes” al denunciar la Convención sobre Drogas de 1961, que clasifica a la hoja de coca como estupefaciente y lo somete a control internacional.

“La Junta ha observado con hondo pesar este paso sin precedentes del Gobierno boliviano y expresa su preocupación, entre otras cosas porque, si bien la denuncia en sí es técnicamente admisible a tenor de la Convención, va contra el objeto fundamental y el espíritu de dicho instrumento”, subrayó el presidente de la JIFE, Hamid Ghodse.

“Si la comunidad internacional adoptara un sistema en el que los Estados parte se sirvieran del mecanismo de denuncia y nueva adhesión con reservas, la integridad del sistema de fiscalización internacional de drogas se vería menoscabada y se pondrían en peligro los logros conseguidos en los últimos 100 años”, agregó.

Por su lado, el canciller del país, David Choquehuanca emitió un comunicado en el que rechaza y minimiza la posición de la JIFE.

“Rechazamos terminantemente las aseveraciones y opiniones equivocadas expresadas en su nota en sentido de que el Estado Plurinacional de Bolivia tiene la intención de socavar la integridad del sistema de fiscalización internacional de drogas, como de manera errónea intenta interpretar. (…) Mi país viene actuando en el más alto grado de respeto, atención y cumplimiento de dicho instrumento jurídico”, cita el comunicado.

De acuerdo con el senador por Convergencia Nacional (CN), Bernard Gutiérrez, el informe internacional devela la realidad del narcotráfico en el país. “Sabe la comunidad internacional como lo sabe la sociedad boliviana, mas allá del consumo de coca tradicional la coca también es cocaína. Sino como explican las más de 20.000 hectáreas que aproximadamente se calcula de hoja de coca excedentaria destinada al narcotráfico que se produce en el país”, aseveró.

En tanto, el sector cocalero acompañará al presidente Evo Morales en su viaje a Viena para defender el acullicu y anuncian una movilización nacional el 11 de marzo conjuntamente a las organizaciones sociales oficialistas.