Tanto en nuestro país como en Venezuela hay preocupación por lo que deberíamos a ese país debido a los préstamos que hizo el señor Hugo Chávez - aunque él, conjuntamente nuestro Presidente, sostuvieron que se trata de “regalos para promover el desarrollo boliviano” y, además, consolidar el proceso revolucionario del MAS - en franca ostentación de “similitud de posiciones políticas habidas en los dos países”.
La verdad es que la incógnita es permanente porque nunca se dieron cifras oficiales, condiciones, formas de devolución de esos préstamos y otros detalles que todo contrato financiero debe tener. Todo pasó dentro de los “sigilos” políticos y las frases grandilocuentes sobre lo que era “cooperar a Bolivia” y, por nuestra parte, “alabar la bondad, amistad y fraterna comprensión del pueblo venezolano hacia nuestro país”. Son frases que se creyó contentaron y “dejaron satisfechos a bolivianos y venezolanos”. La verdad, por tratarse de medios financieros públicos, debe ser diferente y tendrán que tener explicaciones claras, transparentes y terminantes.
¿Cuánto le debemos a Venezuela? Y si hubo “donaciones”, ¿en qué condiciones fueron hechas? ¿Han tratado el caso de erogación de dineros y su recepción los Congresos de ambos países y cuentan con las aprobaciones camarales que se entiende deben existir? Hay muchas preguntas que es preciso responder. Las donaciones, si eran personales del patrimonio del mandatario venezolano, resulta difícil concebir que posea fortunas semejantes como para “regalar a manos llenas” a colegas o amigos.
Pero, al margen de lo que debemos y que se debe pagar en el tiempo que fijen las partes, cabría preguntar: ¿cuánto nos debe Venezuela por las exportaciones bolivianas que se hizo y que beneficiaron a comerciantes de ese país y que, según informaciones oficiales, son compromisos que aún no fueron cancelados? ¿Cuál es la realidad de este tipo de operaciones en las que no se vislumbra situaciones claras como debería ser?
Es bien conocida la realidad sobre la salud del Presidente venezolano y sería conveniente que, con la oportunidad debida, se aclaren situaciones. Por nuestra parte, quienes han realizado ventas a ese país - seguramente bajo convenios especiales - será preciso que informen con la mayor precisión el estado de esas obligaciones y hacerlo mientras el señor Chávez esté en el mando de su país, porque se supone que él habría intervenido en negociaciones para la apertura y mantenimiento de relaciones comerciales no sólo sujetas a principios de amistad y cooperación sino a reglas que son claras en el comercio internacional.
Por su parte, nuestras autoridades económicas deben dar informaciones muy precisas sobre lo adeudado a la patria del Libertador; lo que hasta ahora se ha conocido en informes oficiales no tiene la claridad necesaria y hay nubarrones que es preciso despejar. Lo vendido a comerciantes venezolanos también debe estar debidamente registrado y corresponde dar informes precisos al respecto.
El Gobierno, por su propio prestigio y responsabilidad, está obligado a reclamar al Banco Central y a quienes corresponda, la preparación de informes pormenorizados sobre estos asuntos que competen no sólo al Gobierno sino al Estado en su conjunto. Hay principios de honestidad y responsabilidad que deben cumplirse escrupulosamente; de otro modo, se abren pozos cuyos fondos pueden contener dudas, sospechas y hasta suspicacias y malos entendidos que a nadie conviene.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |