Fenómeno natural destruyó 8.856 hectáreas de cultivos

El viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, informó que el fenómeno climatológico de “La Niña” destruyó 8.856 hectáreas de cultivos de alimentos, que representa el 0,3 por ciento de los cultivos del país, por lo que aseguró que no va a tener incidencia en el precio ni en el abastecimiento del mercado interno.

Según la información difundida por la agencia Enlared, la autoridad dijo que la totalidad de las superficies afectadas alcanzan a 8.856 hectáreas que frente a las 2.9 millones de hectáreas cultivadas en el país, representan el 3 por ciento.

El departamento más afectado es Chuquisaca con 3.600 hectáreas, seguido por Oruro con 2.100 hectáreas; en tercer lugar se encuentra La Paz con 1.100 hectáreas afectadas y que en el resto de los departamentos los cultivos fueron afectados en proporciones menores.

Los productos más afectados están el maíz, papa, quinua, trigo, haba, alfa alfa, arveja, forrajes, arroz, yuca, plátano, uva, cebolla, tomate, durazno y otros. Sin embargo, dijo que el maíz fue el más daños sufrió, ya que de un total de 337.000 hectáreas de cultivos 3.100 fueron destruidas, lo que representa un 0,9 por ciento.

REHABILITACIÓN AGRICOLA

El viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, sostuvo que los productores “no se van a sentir solos porque el Gobierno siempre estará de su lado y que en ese marco se está trabajando en la rehabilitación agrícola”.

Asimismo, anunció que el recibirá la dotación de fertilizantes, semillas y otros productos que sirvan de insumos agrícolas para facilitar, de acuerdo a las características de cada región.

Por otro lado, dijo que son ejecutados obras a mediano y largo plazo, por ejemplo la construcción de camellones en el Beni, la construcción de gaviones y muros de contención en los ríos de Santa Cruz que permitirán habilitar varias hectáreas productivas y en el altiplano, la dotación de semillas forrajeras, la construcción de sistemas de riego que facilitará la solución de problemas estructurales a mediano y largo plazo.

En el caso de Beni y Santa Cruz, dijo “hay que seguir trabajando el tema de riesgos que es permanente e insalvable, porque la agricultura y la ganadería son las actividades más riesgosas del mundo”.