Luego de la muerte de dos periodistas en la ciudad de El Alto a manos de un grupo de cogoteros, la sociedad en su conjunto pide endurecer los castigos contra los grupos delincuenciales que operan en territorio nacional.
El pasado viernes, la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, realizó una marcha que llegó hasta las puertas del Ministerio de Justicia pidiendo pena de muerte para los cogoteros que actúan en horas de la noche, causando terror entre la población.
El Cardenal Julio Terrazas en su homilía dominical rechazó ayer los pedidos de legalizar la pena muerte en el país y aseguró que esa no es la salida para castigar a quienes cometen delitos, mientras el abogado penalista Adolfo Huerta Ferrufino opina que en Bolivia debe implantarse a corto plazo una ley que incluya la pena de muerte, silla eléctrica, cadena perpetua, cámara de gas y hasta la inyección letal, para sentar precedente en contra de grupos delincuenciales.
En tanto, el exministro de Educación y exsenador, Tito Hoz de Vila, se sumó a la posición de la Iglesia rechazando los pedidos para aplicar nuevamente la pena capital, afirmando que se debe pensar en métodos más modernos como la castración química como sanción a los violadores.
De acuerdo a expertos, la preocupación de la ciudadanía va en aumento, porque el modus operandi de los delincuentes ha cambiado en los últimos años, pues ahora ya no buscan botines grandes, sino que se conforman con robar objetos de menor valor, a las personas que tienen la mala suerte de caer en sus manos. Sin embargo, afirman que lo más trágico de estos hechos, es que los denominados cogoteros, se encargan no sólo de “obtener su botín” sino también de segar la vida de sus víctimas.
Para el abogado Huerta Ferrufino, la delincuencia campea en todos los departamentos del país, especialmente en las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, donde el índice de criminalidad crece de manera continua. En ese marco, cree que las penas deben ser más duras para sancionar a los antisociales, implantando a corto plazo una dura ley que incluya la pena de muerte.
“Lamento que la delincuencia haya rebasado todo margen de cuidado que tiene la Policía, hasta podemos asegurar que cuentan en muchos casos con tecnología sofisticada, como es el caso de los grupos de narcotraficantes. Ahora los antisociales no sólo operan de noche, sino también a plena luz, donde es nula la presencia de Policía, mientras el miedo de apodera de la población·, enfatizó.
Los delincuentes en los últimos tiempos se dieron muchas formas para cometer sus fechorías, porque las clásicas formas de robo o asalto que realizaban los denominados “lanceros, tipidores, carteristas, descuidistas, boteros, cumbreros”, ya no les es brinda “réditos económicos”, como ocurría en antaño. Ahora los delincuentes adoptaron mejores estilos para apropiarse de lo ajeno, como es el accionar de los grupos de cogoteros”, que desde hace un tiempo han proliferado notablemente, incrementando de manera alarmante la ola delincuencial.
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