Productores cruceños de arroz aseguran que trabajan a pérdida

Santa Cruz (El Diario).- A la protesta de los arroceros de Yapacaní se sumó la de los productores de la provincia Obispo Santiesteban y Warnes; todos ellos quieren un precio justo para su producto porque consideran que el precio que paga la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) es una miseria.

Ante la escasa atención gubernamental, los productores de arroz de Yapacani decidieron tomar los pozos de petróleo cercanos a esta localidad como medida de presión para lograr la atención de las autoridades y evitar como dicen ellos “trabajar a pérdida”.

Los precios de nuestro producto no han subido desde hace tres años y Emapa, a la que se considera una entidad “tranca” paga 46 dólares por fanega a sus asociados y 30 al resto lo que se considera una medida injusta. Los arroceros piden que se les pague 70 dólares la fanega (2,5 quintales) y la liberación de este producto para su exportación.

En tanto, el dirigente Florencio Orko, ejecutivo de la Federación Única de Trabajadores Campesinos de las Cuatro Provincias confirmó el bloqueo de la carretera que une a Cochabamba a partir de Warnes.

Los representantes de Yapacani se quejan de Emapa, entidad que asumió una postura de división de las organizaciones sociales porque a unos (la minoría y que son asociados) les paga 46 dólares la fanega y a otros sólo 30.

De acuerdo con la versión de los productores el costo de inversión en la producción de arroz alcanza a 50 y a veces 55 dólares la fanega, de manera que se está trabajando a pérdida.

El costo de inversión 50 a 55 cuánto pierde el sector arrocero. En diálogo con Erbol, el dirigente arrocero Cirilo Sonabi expresó que “el sector arrocero está agonizando, está en la calle, porque tienen deudas. Debería derogarse el decreto actual y dar vía libre a la exportación de arroz. Estas medidas tienen que hacerse en un plazo corto”, expresó el dirigente.

Tuvo expresiones duras para Emapa, porque terminó convirtiéndose en un obstáculo para los que viven de este producto, porque aparte de pagar mal, divide al sector, sólo comercia con algunos asociados y está permitiendo la “muerte” de los pequeños productores.

Con el nuevo sistema no hay compradores intermediarios, porque Emapa se encarga de comprar el producto a un precio, baja el mismo para entregarlo al mercado, de manera que no es atrayente para ningún intermediario este comercio.

Los productores de arroz de yapacaní sugirieron cerrar Emapa porque no beneficia a los productores, subvenciona al consumidor con los recursos del Gobierno nacional, compra caro y vende barato, perjudicando a los productores.

Recordaron que antes de la constitución de Emapa, los precios los regulaba el mercado, había una producción suficiente, de manera que ganaban todos, ahora cambiaron estos factores porque sólo unos pocos son los beneficiados y esos son los asociados, mientras otros son los entenados que no tienen posibilidad de ganar por el trabajo que realizan.

“Los que tienen un pequeño tractor van adelante y pueden sostener su producción; los que tenemos dos hectáreas o menos estamos arruinados, por este motivo tomaremos los pozos de Ichilo y parar las tres plantas que bombean gas”, expresó Sonabi.