Desde el sofá

Buen inicio. Bolívar sorprendió a Junior en los primeros minutos del partido, atacando constantemente el pórtico del uruguayo Sebastián Viera. La Academia presionó al cuadro colombiano, y generó las mejores situaciones del compromiso en estos minutos, prueba de ello, los dos tiros de esquina consecutivos para Bolívar.

Igual que en La Paz. Tal y como suele hacerlo en el Hernando Siles de La Paz, el entrenador celeste, Ángel Guillermo Hoyos, pisaba constantemente el césped del “Metropolitano” durante el partido para dar las indicaciones a sus jugadores. Hay costumbres que uno lleva adonde vaya.

Láser. En los últimos meses, el uso de las luces láser para molestar a los jugadores rivales aplicado en los rostros durante los partidos, se ha hecho una costumbre en distintas partes del mundo. Ayer no fue la excepción, pues se vio que una luz verde molestaba a Marcos Argüello en algunos pasajes del compromiso.

Pequeño susto. En un centro enviado al área de Bolívar, Marcos Argüello quedó algo sentido y se tendió en el piso tocándose el pecho. Afortunadamente, sólo fue un golpe sin mayores consecuencias.

No fue sólo fútbol. El club colombiano presentó un show en el entretiempo del partido de anoche. Un grupo de hermosas porristas demostraron su performance en el círculo central de la cancha, mientras un grupo de bailarines demostraba sus pasos dentro del este círculo.

Ferreira enfrió el infierno. Cuando faltaban 11 minutos para finalizar el compromiso, William Ferreira anotó el gol de la victoria celeste, silenciando al “Metropolitano” y enfriando la noche cálida de Barranquilla.

¿Qué estaba viendo? Cuando faltaban sólo unos minutos para el final del compromiso, el juez de línea Jorge Urrego cobró una posición adelantada inexistente a Jhasmany Campos, cuando el portero Viera no estaba en su pórtico, lo que imposibilitó que la Academia marque el segundo.