Localizan cuatro cadáveres de nueve mineros colombianos desaparecidos

Bogotá, (EFE).- Un grupo de salvamento minero localizó ayer los cadáveres de cuatro de los nueve obreros que desaparecieron el miércoles en el noroeste de Colombia al inundarse el yacimiento de carbón en el que trabajaban, dijeron los organismos de socorro.

Los cadáveres fueron vistos a casi cien metros de la boca de entrada de la mina del accidente, situada en la zona rural de la población de Angelópolis, en el departamento de Antioquia.

“Han sido avistados cuatro cadáveres, pero no rescatados”, declaró a Efe por teléfono el portavoz del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres de Antioquia (Dapard), Pablo Puerta.

El funcionario precisó desde el sitio de la emergencia que el hallazgo se produjo a media jornada de ayer y tras casi un día de búsqueda de los desaparecidos en la mina siniestrada.

La emergencia se presentó el miércoles por la tarde en El Desespero, nombre de la explotación afectada, que era operada de manera ilegal, según lo advirtió en su momento el Servicio Geológico Colombiano (SGC).

El coordinador del Grupo de Seguridad y Salvamento Minero del SGC, el ingeniero Fabián Morales, dijo también a Efe desde la zona de desastre que las tareas de los socorristas se han visto dificultadas por las rocas y los sedimentos de la inundación.

El accidente fue ocasionado por la ruptura de un depósito subterráneo de agua, que se acumuló en un socavón abandonado, explicó Morales, para quien los operadores debieron hacerle mantenimiento, con operaciones de desagüe.

“Los mineros estaban avanzando y dieron con la bolsa de agua, colmada de barro y residuos”, añadió el experto, que viajó a la zona para dirigir las tareas de búsqueda y rescate.

El socavón del accidente tiene de 260 a 280 metros de profundidad, “pero de la vía principal se desprenden vías alternas, por lo que debemos evacuar el agua y los residuos, e inspeccionar cada rincón de la mina”, dijo luego.

Morales indicó que las tareas se han complicado por la falta de un “plano de las labores actuales” de la mina, que el operador no les ha presentado, y también porque en la zona no existe un servicio de electricidad de un voltaje que permita conectar bombas de extracción de agua con una potencia mayor.