Washington.- La fuerte tormenta solar que se esperaba que alcanzara ayer a la Tierra dejó una estela de espectaculares auroras boreales aunque llegó algo más débil de lo esperado, pero su efecto puede incrementarse en las próximas horas y causar interferencias en las comunicaciones, según informa Efe.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EEUU indicó que una gran explosión de material procedente de una eyección de masa de la corona del Sol llegó a la Tierra sobre las 11.00 GMT, lo que causó una tormenta geomagnética que puede alcanzar su nivel más alto en las próximas 24 horas.
Esto implica que puede afectar a las comunicaciones por radio de alta frecuencia -como las que emplean los aviones-, los sistemas GPS y algunas interrupciones en el suministro eléctrico, aunque en este caso de menor importancia, dependiendo de los límites de corriente que puedan gestionar, apuntó la NOAA.
“Después de todo lo que hemos dicho, no ha sido un evento tan terriblemente fuerte”, señaló el físico Joe Kunches, del NOAA en una rueda de prensa.
Las predicciones de la NASA habían apuntado a que podía producirse una “fuerte” tormenta geomagnética, sin embargo, el Observatorio de Dinámicas Solares (SDO, por su sigla en inglés) indicó que el impacto “ha sido más débil de lo esperado” y ha provocado una tormenta “menor”, con una intensidad de uno en una escala de cinco.