Unos van por el camino de la mortificación y entienden el sentido de privación de la Cuaresma, otros toman la ruta equivocada y aprovechan la ocasión para tomar la vía del alcohol. Todos los viernes por la madrugada, centenares de jóvenes se dirigen a Obrajes en el período que la Iglesia fija antes de la Semana Santa.
Sin embargo, muchos se quedan en inmediaciones del templo de la Exaltación y comparten con los amigos bebidas alcohólicas, transformando este acto religioso en diversión y cuando no en desenfreno. Mientras que la Intendencia Municipal busca evitar estos excesos.