Muestra de objetos personales del escritor Tamayo llega a su conclusión

En honor al 133 aniversario del natalicio del escritor Franz Tamayo, la universidad que lleva su nombre abrió una exposición con los objetos personales que más apreciaba este insigne boliviano, la misma que será clausurada hoy a las 19.00 horas.

Dentro la exposición instalada en la Biblioteca de la Unifranz, ubicada en la calle Héroes del Acre 1855 esquina Landaeta, se exhibe un botiquín con más de 100 frascos de medicamentos, uno de los objetos personales que más apreciaba Franz Tamayo y que refleja su poco conocida faceta de naturalista y homeópata.

Con respecto al botiquín, el nieto del reconocido escritor y poeta paceño, David Bascopé, dio a conocer que su abuelo usaba estos medicamentos para curarse, tras haber estudiado medicina alopática en Alemania.

Entre los objetos presentados por Bascopé y otros nietos del escritor destacan también una pluma, un cenicero, una pipa, un cortaplumas y una colección de sus libros preferidos.

Asimismo, el traje de frac negro que Tamayo usaba cuando fue diputado, ministro de Relaciones Exteriores y representante diplomático de Bolivia en diversas instancias internacionales.

Entre las piezas que son exhibidas sobresale de igual manera el bastón que éste usaba todas las mañanas cuando salía a pasear desde su casa, ubicada en la calle Loayza, hasta la plaza Isabel la Católica; y un reloj de su automóvil Cadillac, que data de 1928 y era toda una sensación en la sociedad de la época.

Los asistentes a esta exposición además podrán apreciar, aparte de las pertenencias de Tamayo, los muebles originales de su escritorio, tallados en fina madera y de origen francés; la máquina de escribir donde creó algunas de sus obras; una Biblia que leía mucho; su comedor e incluso podrán oír una grabación de la voz del escritor, cuando fue elegido por una radio internacional para opinar acerca de la Guerra Fría.

LEGADO

Permanece imperecedero el recuerdo que los paceños tienen hacia el insigne patricio boliviano Franz Tamayo Solares, quien un 29 de julio de 1956, con 79 años de edad, falleció legando al país una veta de la que aún continúa emergiendo pensamientos que enriquecen el caudal literario boliviano.

Sobre la vida y la obra de Franz Tamayo se han escrito sendos libros, pero ninguno logra atraparlo en su verdadera dimensión, que es la de un genio alzándose como una cumbre en medio de la planicie intelectual de su medio, donde algunos lo consideran un simple mortal de carne y hueso, con virtudes y defectos; en tanto otros lo mantienen en un pedestal, convirtiéndolo en un mito y hasta en un tabú.

La obra de Tamayo es una de las joyas mejor pulidas en el cofre literario de un país que, a pesar de la desidia y los cercos de silencio que soportó durante siglos, aprendió a distinguir las luces de la genialidad en medio de las tinieblas.

SEMBLANZA

* Franz Tamayo nació en la ciudad de La Paz el 28 de febrero de 1879 -en pleno conflicto internacional con Chile.

* Fue el primogénito del abogado, político y diplomático Isaac Tamayo Sanjinés.

* Desde su infancia asimiló las ideas y experiencias de su padre, el mismo que, consciente de la aguda inteligencia y la enorme capacidad asimilativa de su primogénito, le procuró una educación privada de humanidades, con asignaturas que incluían lecciones de piano, alemán, inglés y francés.

* En su adolescencia entró en contacto con las culturas, lenguas y los escritores del Viejo Mundo. Uno de los que mejor supo tocar sus fibras íntimas fue Víctor Hugo, cuyas obras leía en francés y con pasión inusitada.