Bolívar y el Tigre empataron en un partido que pudo ser para cualquiera

El clásico concluyó empatado 1-1 y aunque los dos equipos lucieron cansados, es evidente que ambos buscaron hasta el minuto final desequilibrar el marcador, en un encuentro seguido por aproximadamente 40 mil espectadores.

El de ayer ingresará a la lista de los partidos disputados con mucha entrega y falencias técnicas, propio de un encuentro entre dos equipos que están concentrados en la Copa Libertadores y el torneo local.

Si bien Bolívar tuvo mayor tiempo el balón, los atigrados apelaron a los pelotazos a la espalda de los zagueros de la Academia esperando algún error de Frontini o una distracción de la última línea; además, ante la ausencia del portero Argüello, los atigrados sabían que al frente tenían a un equipo sin voz de mando en la defensa.

La Academia tenía el control del balón, pero no disfrutaba de ocasiones claras en el área rival y si se hacía en ese momento una consulta entre los aficionados, la mayoría habría dicho que Bolívar era el equipo que abriría el marcador. Un remate de Escobar impactó en el poste y otro remate colocado de Jhasmany Campos impacto en el travesaño. Esas fueron las acciones más claras en la primera parte.

Un penal en el área atigrada fue ignorado por el juez; otro en el área de Bolívar cuando tomaron por el cuello a Chumacero mereció el mismo trato, pero a los 30 Frontini cometió un grueso error por su lentitud y para salvar la situación cometió un penal contra Pablo Escobar. Esta vez si se sancionó el penal que el capitán atigrado lo convirtió con remate a la izquierda del portero Quiiñonez.

Bolívar se fue al descanso con la sangre en el ojo, con sed de venganza y a los 3 minutos del complemento igualó las cifras, en una jugada en la que Ruddy Cardozo amagó una y otra vez, lo dejaron hacer el centro y con un cabezazo bien colocado, Edemir Rodríguez marcó el empate; dicen los que gustan hacer números que fue el gol 500 en la historia de clásicos en la Liga.

Desde ese minuto hasta el final fue un poco más Bolívar que tuvo en Cardozo al mejor de los once y en The Strongest, Chumacero se multiplicaba junto a Sacha Lima para equilibrar las acciones en el medio terreno.

Lizio tuvo una oportunidad inmejorable para marcar el desnivel, pero adelantó el balón como un aprendiz y tampoco pudo serenarse Nelvin Soliz en otra jugada en la que la defensa de Bolívar se había ido de viaje.

Para el último cuarto de hora las piernas no respondían aunque el partido era abierto y de ida y vuelta. Un petardo lanzado desde la tribuna y que cayó cerca del portero de Bolívar permitió a los dos equipos tomarse un descanso, para llegar al final extenuados.

Los celestes se quedaron más satisfechos que los atigrados porque vienen de jugar la Libertadores y el cansancio se advierte. Los de The Strongest cerraron el partido apurados porque les esperaba el vuelo que salía a Santa Cruz desde donde viajarán a Brasil para jugar el martes.

La Figura

Ruddy Cardozo, jugador que demostró el buen nivel físico por el cual atraviesa, además del gran gesto técnico que demostró dentro el terreno de juego.

Este jugador fue fundamental en el momento del empate celeste, ya que con gran visión elevó el centro para que convirtiera el empate Edemir Rodríguez, quien se elevó, solo y sin marca, convirtiendo el empate,

Cardozo no solamente asistió a Edemir, sino también a jugadores como Damir Miranda y William Ferreira quienes no supieron aprovechar los buenos pases con tres dedos,en profundidad a las espaldas de los defensores atigrados, perdiendo opciones claras de convertir.

Por su parte Edemir Rodríguez, también demostró porque juega en Bolívar, además de convertir el tanto del empate, consiguió anotar el gol 500 en la historia de los clásicos.