Rey de los empates

Una noche especial de Arguello; ¡una noche sensacional de Arguello! Miren que tendría que comenzar hablando de Oriente, de su localía de las muchas oportunidades que generó y definió mal, lógicamente tendrá su espacio más adelante.

La inspiración que tuvo anoche el arquero de Bolívar fue para su equipo fundamental. Inmediatamente algunos me querrán brincar a la yugular y argumentarán que también fue una mala salida de él, fruto de un mal cálculo lo que provocó la apertura del marcador del partido, pero no me puedo quedar con el todo analizando sólo la parte.

Tienen que agradecer que en el primer tiempo no hayan entrado por lo menos tres de Oriente, y esto se lo pregunto a usted Bolivarista de pura cepa que vio el partido por TV como nosotros. ¿Estoy exagerando? La respuesta la conozco y sé que me da la razón.

Cuando en un partido donde el local ataca como lo hizo Oriente desde el principio con meridiana claridad y con la capacidad de romper el flojo esquema defensivo presentado en la primera mitad por los celestes; que puede atribuirse también a la dinámica impuesta por los verdolagas, se te planta un arquero con esta personalidad termina contagiando a un grupo que desesperadamente buscaba una salida en medio de la densa neblina. Qué importante es, que en los momentos más difíciles haya alguien que te dé una mano, en este caso una mano y media, ya que jugó lesionado.

Creo que inspiró al grupo académico para que reprogramaran el GPS y se enfoquen en jugar con la desesperación de un rival que chocaba contra una pared.

No sería extraño que se increpe a un Oriente Petrolero que tuvo el partido en sus manos y no lo pudo sujetar o no lo supo sujetar, creo que hay un poco de ambas cosas, por un lado no lo dejaron y cuando pudo, las desperdició.

El amanecer de este jueves para los verdes, me imagino, no fue de los mejores, porque como pájaro carpintero les debe seguir picoteando en la cabeza la idea de que pudo ser goleada cruceña y terminó en empate sufrido jugando Bolívar con un hombre menos.

Para los que quieran pavonearse, el invicto sigue intacto, detalle que solo sirve para martirizar al amigo cercano que es stronguista y que cometió el error de enviarle un mensajito de texto después de Unión Española. Los invictos siempre se terminan, aunque los fanáticos sueñan que aunque no ganen el campeonato, esta condición no termine nunca, aunque para esto signifique cosechar empates de principio a fin, sumando de a uno, pero sin resignar la calidad de invencible.

Hay que ponderar el estado físico que ostentan los integrantes del team paceño, no se puede olvidar que luego de la victoria en Colombia el jueves pasado, sin descanso encararon el clásico en domingo y ahí nomás lo de anoche.

En la liga es el Rey de los empates y la hinchada celeste sostiene que mientras sea Rey no importa de donde sea.