Por los avances del camino carretero que violaría las reservas defendidas por los campesinos del TIPNIS, se sufre a diario la pérdida de muchas especies vegetales y animales. Empezando por trabajadores de las empresas constructoras, “turistas” y quienes están a la expectativa, en nombre de los cocaleros, sobre las posibilidades de que las obras continúen con miras a cultivar coca, se empeñan en cazar animales y, para conseguir espacios, queman extensas áreas de pastos y arboleda. Por supuesto, no hay autoridad que evite semejante depredación.
Isiboro Sécure, conjuntamente las demás reservas que posee el país, se ha convertido en una especie de monumento a la naturaleza y a los bienes naturales de los que podemos disponer los bolivianos y el mundo. Datos no siempre precisos y sólo aproximados, revelan que, de momento, alrededor de 850 especies de vegetales y animales estarían en peligro de extinción debido a la apertura del camino que tantas controversias ha ocasionado hasta ahora y cuyo futuro no se prevé, porque estará supeditado a la voluntad de las partes que se han empeñado en construir, de todos modos, una carretera que posiblemente beneficie más al Brasil que a nosotros.
Por el grave problema surgido con los campesinos del TIPNIS se determinó la aprobación de una “ley corta” que reconoció los derechos de los campesinos, pero por presión de cocaleros el Gobierno ha decidido dejar en suspenso dicha disposición, con la posibilidad de anularla.
Si se aprueba la anulación de esa disposición, querrá decir que una vez más ganará el negocio de las drogas porque así conviene a cocaleros que invadirán con sus sembradíos no sólo las partes aledañas a la nueva vía caminera sino que, con seguridad, invadirán el resto del territorio que es reserva de la humanidad. El peligro que corren vegetales y animales en toda esa región se hará extensivo muy pronto al resto del territorio, en pos de riquezas que serían explotadas por los llamados “colonizadores”, “turistas” y campesinos llegados expresamente para beneficiarse con esos bienes que son cuantiosos.
Los resultados finales de esta “lamentable aventura” de caprichos e intereses creados, no sólo abarcará los perjuicios que implique la construcción del camino sino la explotación de riquezas que contiene el territorio. La realidad también será diferente una vez que se haya confirmado la existencia de petróleo y gas en la zona. La explotación de ricas maderas será otro rubro librado a la voracidad de grupos que estarían dispuestos a introducir maquinaria y levantar en todo el territorio una especie de “colonias” dedicadas a explotar todo lo que redunde grandes utilidades.
Hasta ahora, que se sepa, no se sabe de medidas apropiadas que se aplicará en esta región siquiera para preservar en parte los ingentes recursos. Es de esperar que el Gobierno actúe con la autoridad y la responsabilidad necesarias para evitar que Isiboro Sécure se convierta en emporio a ser explotado por todo tipo de negociantes, industriales y comerciantes que estarían dispuestos a realizar inversiones, seguros de centuplicarlos. Para este tipo de personas no existen valores ni reconocimiento a los derechos del país sobre su fauna y riquezas vegetales, además de reservas de petróleo y gas que ya se las detectó.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |