La insurgencia afgana no ha dejado aterrizar al secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta. Un camión robado y conducido por un individuo ha abierto una grieta en la seguridad establecida por las tropas británicas y se ha colado a toda velocidad en el aeródromo donde ha aterrizado Panetta.
Al acceder a la pista, el vehículo ha empezado a arder. Según ha informado la OTAN, el jefe del Pentágono se encuentra bien y el suceso ha causado tan solo heridas a uno de los soldados de la misión de la Alianza Atlántica en el país. No se han encontrado explosivos en el interior del vehículo. El ataque en el aeropuerto ha sido el tercero perpetrado por los insurgentes durante el día de ayer, publicó EL PAÍS.
Panetta ha viajado al sur de Afganistán, una región en la que el domingo pasado un sargento del Ejército de Estados Unidos mató a 16 civiles, ocasionando una masacre que ha reavivado el antiamericanismo en el país. Los dos primeros atentados con los que los insurgentes recibieron al secretario de Defensa en la provincia de Helmand causaron la muerte de al menos nueve civiles.
Procedente de Kirguistán, donde había aterrizado el martes, Panetta hizo una visita no anunciada a la base de Camp Bastion, en Helmand, región vecina a Kandahar, donde tuvo lugar la masacre. Allí se reunió con mandos de la OTAN, con soldados y con diversos líderes tribales afganos. En diversas conversaciones, reiteró la intención de la Casa Blanca de mantener el calendario de retirada previsto, pactado con la cúpula militar estadounidense.