El paro dispuesto por el Colegio Médico de Bolivia fue acatado en todo el país, los centros de salud sólo atendieron los casos de urgencia, puesto que las principales arterias de las ciudades fueron ocupadas por galenos y trabajadores del sector salud que rechazaron las ocho horas de trabajo.
Sin embargo, se advirtió cierta discrepancia entre los sectores Colegio Médico y la Federación de Trabajadores en Salud. Los galenos exigieron durante su protesta la abrogación del decreto supremo que amplía a ocho horas la jornada laboral, mientras que el otro sector pidió la incorporación a la Ley General del Trabajo para aceptar el controvertido decreto.
Desde tempranas horas, los servicios de emergencias se vieron colmados de personas que buscaban asistencia médica inmediata, tal el caso del Hospital de Clínicas.
“Exigimos la abrogación del Decreto Supremo ahora”, “Cubanos no, Bolivianos sí”, entre otros, eran los slogans repetidos por los galenos quienes optaron, en la mayoría de los casos, por pegar las pancartas en puertas de policlínicos y centros hospitalarios.