El número de voceadores que anunciaban las rutas de 10 mil minibuses distribuidos en 340 líneas disminuyó considerablemente de un total de 8.000 y al momento se estima que sólo 2.000 ayudantes prestan servicios en la urbe paceña.
Gonzalo Millares, representante del sector, explicó a EL DIARIO que “los voceadores están desapareciendo en un gran porcentaje porque los choferes no pueden cubrir el sueldo de 12 horas de trabajo diario que fluctuaba entre 35 y 50 bolivianos, así como la subvención de la alimentación por jornada.
La mayoría de los que se dedican al transporte público en minibuses prefieren trabajar con miembros de su familia.