Desde la tribuna

Un banco de lujo. Bolívar entró a la cancha con un equipo alterno, es decir, con jugadores que no suelen figurar en la planilla titular. En la banca de suplentes estaban los titulares, Pablo Frontini, Abdón Reyes, Edemir Rodríguez, Jhasmany Campos y William Ferreira. ¡Qué suplentes de lujo!

Eran muy parecidas. Una de las funciones del 4º árbitro en un partido de fútbol es corroborar que las camisetas de los arqueros y los jugadores no coincidan o no tengan similitud en sus colores. Sin embargo, en el compromiso de ayer por la tarde, Luis Perca no se percató que la camiseta del portero académico, de color fucsia, Romel Quiñones era muy parecida a la de los jugadores de Universitario, que vestían de color rojo. Cuando los capitalinos atacaban, el arquero parecía un jugador más de los visitantes.

Paciencia con los chicos. La gente que fue a las graderías del Hernando Siles apoyó a los muchachos de Bolívar, y a diferencia de otros compromisos no se escucharon muchos silbidos cuando el equipo no jugaba bien o no salían de su campo. La gente entendió que estos jugadores no suelen ser titulares y les tuvieron paciencia.

Como para no creerlo. Al minuto 19 del segundo tiempo, el árbitro del partido, Alejandro Mancilla cobró un penal para Bolívar por una mano en el área de Ramiro Ballivián. El encargado de cobrar la pena máxima era Alejandro Méndez; sin embargo, Rodrigo Vargas tomó el balón y con la confianza de su compañero ejecutó el penal. El público presente ya festejaba el gol cuando Marcelo Robledo le tapó el penal a Vargas, esta oportunidad de gol desperdiciada cayó como un balde de agua fría en la banca celeste.

Otro empate. Bolívar no gana desde hace cuatro fechas en el torneo liguero (la última victoria fue frente a San José, 2 a 0). Con el resultado de ayer, la Academia suma siete empates siendo el “Rey de los empates” del campeonato.