A pesar de las diferentes denuncias y peticiones de la ciudadanía, centros de apoyo para los sectores desprotegidos no cuentan con le personal adecuado ni los medios para realizar su labor.
Los temas sociales en el municipio de El Alto no aparentan ser una prioridad para las autoridades ediles por lo que la carencia de personal y material para el trabajo continúan en las oficinas dirigidas a la ayuda de los ciudadanos mientras que casos de agresión física, sexual, entre otros crecen día a día y la población clama ayuda.
Desde el año 2010 la Comisión de Gestión Social del Concejo Municipal, encabezado por la concejala Marina Murillo Miranda, realizó diferentes visitas a los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM’s) y Defensorías de la Niñez y Adolescencia (DNA’s), donde se evidenció la triste realidad de estos sitios.
Pese a que en varias oportunidades se solicitó informes a instancias del Ejecutivo edil para tratar que se dé una solución, las mismas no tuvieron respuestas concretas por lo cual los problemas continuaron sin solución poniendo en riesgo la integridad de las personas.
El estado de estos centros fue evidenciado en varias oportunidades también por este medio de comunicación en inspecciones realizadas junto a la Legisladora, luego que se recibiera centenares de denuncias por la falta de atención.
Entre las carencias, señaladas por los mismos funcionarios, están la falta de personal por lo cual los casos no son atendidos, además de materiales de escritorio.
En agosto del pasado año, la licenciada Mónica Guarachi Flores, psicóloga del SLIM’s del Distrito Municipal 1, explicó que si bien se contaba con el personal necesario, las condiciones de trabajo no eran óptimas ya que se requería de espacios que tengan privacidad por los casos que suelen ser atendidos.
Asimismo, sostuvo que no cuentan con material suficiente para la atención de los casos y que incluso son los profesionales quienes de sus recursos aportan para algunos trámites.
Por otra parte, las personas que fueron contratadas, aún no cuentan con un papel firmado de trabajo por lo que la situación de estas personas es aún inestable.
“En cuanto al personal se ha solucionado, pero no hay contrato firmado en algunos casos, pero lo que más preocupa es que no contamos ni siquiera con material de apoyo para difundir de la existencia de este SLIM. A veces las personas que vienen a requerir ayuda no cuentan con recursos para fotocopias y otros, entonces necesariamente nosotros gastamos de nuestro dinero para esto”, informó Guarachi.
Acotó que los ambientes para atender los casos diversos que se presentan en el lugar no son adecuados ya que no existe la privacidad necesaria puesto que si una persona llega y relata su problema, otras personas que aguardan escuchan todo, también se requiere un espacio más reservado aún para la atención psicológica.
El lugar cuenta con un sólo equipo de computación cuya impresora muchas veces no funciona por la falta de tinta y otro equipo se encuentra incompleto.
De ese tiempo a esta fecha la situación es similar o quizá peor, puesto que la necesidad y la demanda de atención de la población se incrementaron y las carencias son varias.
Mientras tanto la autoridad responsable de esta área hace caso omiso a las convocatorias de reuniones y todavía se atreve a afirmar que “todo está bien”.
Entretanto, cientos de personas de escasos recursos aguardan en silencio que alguien haga algo para ayudarles, muchos de ellos víctimas de agresiones de todo tipo quedarán quizá con secuelas, traumas emocionales que marcarán su futuro.
La concejala Murillo puso en conocimiento al pleno del Concejo, envió diferentes peticiones de informe pero son casi dos años que no hay respuestas concretas, lo cual demuestra la poca importancia que tienen las autoridades por los temas sociales.
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