LA GUERRA DEL PACÍFICO DE 1879
La mañana del 23 de marzo de 1879, un pequeño grupo de civiles y militares bolivianos, afrontan con valor al ejército chileno que venía a ocupar el pueblo de Calama, por considerarlo de valor estratégico para la campaña de conquista que había emprendido el gobierno de Chile.
Mientras Ladislao Cabrera a fin de salvar sus hombres de un sacrificio inútil, se retira del campo de acción, Eduardo Avaroa y 12 rifleros se quedan resueltos a defender el suelo patrio sobre el puente del Topater. Es intimado a rendirse, pero se alza altivo, desafiante y responde: ¿Rendirme? ¡Que se rinda su abuela carajo...! y una descarga de los soldados chilenos que habían rodeado el lugar abaten al heroico defensor de Calama, quien aún está con vida pero es rematado por un oficial chileno y Avaroa muere heroicamente sobre el río Loa defendiendo la causa de los bolivianos.
Abajo: Soldados chilenos realizan el “repase” con los indefensos heridos y mujeres que acompañan a los soldados bolivianos en la campaña del Pacífico desplegado en tierras peruanas.
El 28 de diciembre de 1825 se habilitó en la provincia de Atacama en la bahía de Cobija, del Litoral boliviano, el Puerto La Mar, nombre que recibió en reconocimiento al gran Mariscal don José De La Mar (1778- 1830), nacido en Ecuador que después adoptó la nacionalidad peruana.
Posteriormente, ya en el gobierno de Mariano Melgarejo se fundó el puerto de Antofagasta a solicitud de los habitantes de esta parte de Atacama, que en 1866 comenzaron a edificar la industria minera y salitrera en la región.
En 1876, estando como prefecto del Departamento don Ruperto Fernández, Antofagasta había adquirido una preponderancia sobre los demás puertos de la costa, Cobija y Mejillones, siendo designado capital del Departamento con todos sus servicios públicos en actividad.
El puerto boliviano de Cobija o La mar. |
En 1866 Mariano Melgarejo firmaba con el gobierno de Chile un tratado que cedía más de la mitad de la costa marítima boliviana. Dr. Ladislao Cabrera, como |
El Batallón de Infantería de Guardias Nacionales Coquimbo, en estricta formación hace su ingreso a la plaza del puerto de Antofagasta la mañana del 14 de febrero de 1879. En aquella trágica fecha para los bolivianos, dos compañías chilenas al mando del coronel Emilio Sotomayor y el capitán Exequiel Fuentes desembarcaron del “Cochrane” para ocupar militarmente el puerto de Antofagasta. El emisario chileno, capitán de artillería marina, don José M. Borgoño entrega la nota en el que se conmina la rendición de la plaza, el prefecto del lugar Cnl. Severino Zapata, responde que sólo podrá salir a la fuerza... que no hay fuerza con qué contrarrestar a tres vapores blindados de Chile, pero no abandonaremos este puerto. Sin embargo, los invasores son superiores en número y armas, entonces abandonan la prefectura y se dirigen hacia Calama. |
BOLIVIA NACIÓ CON COSTA AL OCÉANO PACÍFICO
Nacimos a la vida libre con una importante costa marina, no nacimos mediterráneos.
Un país que dejó a un lado nuestro derecho dejó enclaustrados.
Es mar no sólo es el puerto al mundo, es el espacio necesario para el desarrollo de los pueblos, es el punto de referencia para el encuentro igualitario de las sociedades.
Cuando nació la República de Bolivia, el 6 de agosto de 1825, su litoral se extendía desde el río Loa hasta el río Salado o Paposo, tal como se consigna en cédulas reales y en abundantes datos históricos. Pero carecía de puertos útiles. El vecino del sur aprovechó aquel momento, tomó lo que no le correspondía. Pero siempre habrá tiempo para reparar el daño, más ahora en estos tiempos en los que prima el sentido de justicia y razón suficiente.
Pareciera que uno de los ángulos para entablar las negociaciones debería ser que el país utilizara sus recursos energéticos y acuíferos como parte de la negociación, pero cualquier tipo de convenio debe partir de un elemento fundamental: salida al Océano Pacífico en forma soberana.
Negociar con sabiduría, aprovechar la ventajosa situación boliviana en el momento y escuchar una propuesta del vecino del sur, deberían ser los elementos de base en este diálogo del Siglo XXI, que, en este momento inquieta a Chile, porque nadie duerme tranquilo, sabiendo que tiene una cuenta pendiente que tiene que saldar.
BOLIVIA DEBE ENCARAR DE MANERA TÉCNICA Y CIENTÍFICA SU HISTÓRICA DEMANDA MARÍTIMA La história limítrofe de Bolivia es muy compleja y puede ser estudiada a futuro, por lo que resalta la decisión acertada del presidente Evo Morales de reunir una documentación sustancial con relación a las pérdidas en el Pacífico, considerando que es necesario encarar este tema de manera técnica y científica, como lo demanda la ciencia histórica moderna, afirmó el diplomático y ex canciller Armando Loaiza. Bolivia ya lleva casi dos siglos de vida independiente y en este nuevo milenio, dijo, “hay que proyectar la demanda marítima, con fundamentos concretos, no sólo como una aspiración geopolítica sino de proyección hacia el Océano Pacífico, no como una cuestión del pasado sino del presente”. ¿Cuán distanciados estamos de Chile? Bolivia ha logrado concertar importantes acuerdos y negociaciones con Chile, en procura de buscar acercamientos, conforme al derecho internacional, que a lo largo de la historia fortalecieron las relaciones, comerciales, diplomáticas y culturales. ¿Qué hay de los tratados? Con relación a los acuerdos territoriales, se encuentran el Tratado de Límites de 1866, el nuevo Tratado de límites de 1874, el Tratado de 1929, por la cual Perú tiene el derecho de intervenir en el proceso de arreglo entre Bolivia y Chile; y la propuesta de transferencia de territorios del 18 de mayo de 1895, que más tarde fue truncada por el Congreso boliviano. Este último pese a ser importante para Bolivia no fue refrendado por los legisladores nacionales, lo que derivó en que Bolivia perdiese la oportunidad para volver a las costas del pacífico. El acuerdo de trasferencia de territorios establecía que Chile, en caso de tener soberanía sobre Tacna y Arica los transferiría a Bolivia y de lo contrario, se comprometía a ceder la caleta de Vitor, hasta la Quebrada de Camarones y realizar un pago de cinco millones de pesos de plata de 25 gramos. ¿Por qué dice que el encuentro de 1920 fue el más preciso? En 1920 mediante un acta de entendimiento entre Bolivia y Chile, también se intentó buscar un acuerdo, por el que Chile proponía una salida propia al mar, cediéndole una parte importante al norte de Arica y de la línea del ferrocarril que se halla dentro de los territorios sometidos al plebiscito estipulado en el Tratado de Ancón. Sin embargo, desde 1929 surgió un nuevo elemento cuando Chile y Perú suscribieron el Tratado de Lima, donde se determina que Tacna se quede con Perú y Arica con Chile; en la misma que también se incluye una cláusula que establece que ningún acuerdo con terceros, se puede concretar sin la consulta al otro. Bolivia pese a ello, a diferencia de lo que pensaban políticos peruanos y chilenos no ha descansado de seguir buscando una solución al tema marítimo. Hemos tenido negociaciones sustanciales a partir de 1950. ¿Qué dice del acercamiento que hizo Víctor Paz? A partir de 1952 a 1956, los mandatarios Ibáñez del Campo y Paz Estenssoro de Chile y Bolivia respectivamente, habían tratado el tema sobre libre tránsito e integración entre ambos países. Este documento despertó diferentes reacciones en ambas partes. Por un lado Chile despertó un espíritu de regocijo entre sus miembros gubernamentales y autoridades diplomáticas, al abrir la posibilidad de una declinación en la demanda marítima y petición de salidas al Pacífico, pues de alguna manera creían compensar esta carencia. En el diálogo, el ex canciller Loaiza recuerda también el diálogo entre Hugo Banzer y Augusto Pinochet, ambos militares golpistas, quienes presentaron afinidades políticas e ideológicas durante sus gobernaciones. En el tema marítimo, el acercamiento entre ambos representantes llevó a la consolidación del “Acuerdo de Charaña”, firmado en 1975, el cual señalaba el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile. La firma de esta acta, también conocida como el “abrazo de Charaña”, incluía una oferta de acceso para Bolivia al océano por la ruta del norte de Arica, territorio que había sido peruano antes de la Guerra del Pacífico a cambio de una compensación territorial en el sur boliviano. A partir de 2006, el presidente Evo Morales pidió la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA) para solucionar el tema de la mediterraneidad boliviana, una de las causas que, según el mandatario, justifica el encarecimiento de las exportaciones y su limitado desarrollo. Involucrar a organismos internacionales para la resolución del problema marítimo logra impulsar la disposición al diálogo de la ex presidente chilena Michelle Bachelet, de esta manera inicia la etapa de mayor interrelación entre ambos países. La apertura a las negociaciones entre Bolivia y Chile da inicio a una política de “diálogo sin restricciones” que desarrolla la agenda de los 13 puntos. A partir de 2011 Bolivia está trazando, además, del diálogo bilateral, acudir a la Corte Internacional de La Haya o el Tribunal Permanente del Haya, para buscar la inaplicabilidad o la nulidad del Tratado de 1904. |
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