23 de marzo: sólo discursos

Un nuevo 23 de marzo “Día del Mar” y otra vez los discursos y el pecho henchido de patriotismo de quienes tienen la tarea de estar al frente de las Relaciones Internacionales y de la Demanda Marítima.

¡Pero cómo ha cambiado David Choquehuanca! De furibundo defensor de los derechos del Abyayala, que reconoce la existencia única de las naciones originarias y rechaza la existencia de Bolivia “por ser colonial y republicana”, pasa a ser abanderado de la lucha por el mar boliviano. Acaso están lejanos los días en los que él mismo expresaba que “los aymaras ya están en el Pacífico” y con ello pretendía explicarse que Bolivia también ya tenía un puerto en el mar, pero no contrastaba la realidad de que Bolivia no es solamente aymara sino un Estado Plurinacional.

Empero lleno de patriotismo (no sabemos si verdadero) hizo conocer uno más de los discursos reservados para estas fechas: “Recuperar el mar, etc.”, tratando de que el manto del olvido cubra su rotundo fracaso expresado en la “Diplomacia de los Pueblos” y la “Agenda de los 13 Puntos”, que demuestran haber sido una dilación innecesaria en el justo reclamo boliviano para acceder de manera libre, soberana y útil a los mares del mundo.

Pero el perdedor de estos errores no es nuestro Canciller sino toda Bolivia, que se encuentra nuevamente frustrada en su derecho irrenunciable. Sin embargo estamos a merced de las determinaciones de nuestro Canciller, que en cualquier momento podrían variar, según la cantidad de papalisa que consuma.

Choquehuanca cuando se le remitió el Proyecto de Demanda Marítima Boliviana para ser interpuesta ante la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya optó por el silencio administrativo negativo, es decir que negó implícitamente esta posibilidad. Hoy se llena la boca al mencionar que existe vía (en la mencionada Corte) y materia justiciable para la interposición de la demanda boliviana, conclusiones a las que habrían arribado sus abogados internacionales. Empero se olvida mencionar el Canciller que el autor de ese proyecto es quien escribe el presente artículo de opinión y que en el documento antes mencionado ya se le indicó la vía y la materia justiciable, ¿poco ético, no?

Otro que no puede ocultar su abrupto cambio y su conversión a defensor por el mar es nada menos que el perdedor de las Elecciones Judiciales, Fausto Juan Lanchita, hoy convertido en Director de DIREMAR, que de consumado militante de ADN, de cuyo efecto se presume su nombramiento en calidad de Juez durante la década de los 90 y los primeros años del presente siglo, pasa a militante del Proceso de Cambio.

Ya que no tiene antecedente de conocer el tema internacional y menos el tema marítimo boliviano, probablemente llevó como experiencia a DIREMAR las palabras del Jefe de su ex partido el Gral. Hugo Banzer y sus vivencias en el Abrazo de Charaña; lo cierto es que debe ser muy fuerte su conversión, puesto que llegó a ser Presidente del Tribunal Constitucional, luego candidato (ya lo dijimos perdedor) de las Elecciones Judiciales y, por último, Director de DIREMAR. ¡Qué trayectoria! Cuánto mérito (o amistades) se debe tener para ocupar estos cargos, seguramente tan alejados de los que reclaman ser verdaderos militantes del cambio.

De hecho no se ha cumplido el compromiso de “Presentar la Demanda Marítima Boliviana para el 23 de marzo de 2012”, todo se ha quedado en el discurso y mientras tanto los chilenos están, pues, muy felices, ya que en esta fecha encuentran a Bolivia sin que pueda interponer su demanda.

El autor es Docente de Diplomacia UMSA.