Bogotá, (EFE).- El Gobierno colombiano se declaró ayer indignado por el homenaje que le fue ofrecido el sábado en Caracas al fallecido fundador y jefe máximo de la guerrilla de las FARC, “Manuel Marulanda Vélez” o “Tirofijo”, alias de Pedro Antonio Marín.
En un comunicado difundido en Bogotá, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que Colombia rechaza que sectores venezolanos expresen apoyo o simpatía “hacia jefes o militantes de organizaciones internacionalmente reconocidas como terroristas”.
Son personas o grupos que “han cometido múltiples delitos de lesa humanidad contra el pueblo colombiano y contra su institucionalidad democrática”, añadió la Cancillería, y apuntó que entiende que el acto fue una iniciativa de particulares.
Sin embargo, “no podemos no manifestar el dolor que nos produce que un grupo de hermanos venezolanos rinda homenaje a una persona cuyo accionar ha causado dolor a millones de colombianos y ha dejado miles de víctimas”, continuó el Ministerio de Exteriores.
En la nota, la misma fuente aclaró que reafirma “el espíritu de respeto a los asuntos internos de cada país, que es compartido por el Gobierno de Venezuela, y que siempre debe existir como base de la armoniosa convivencia”.