El segregado es un problema nacional

La directora del Sistema de Regulación Municipal (Siremu), Rosemary Gardeazábal, explicó que la actividad de recuperación, segregado y reciclaje en La Paz y Bolivia se desarrolla principalmente de manera informal sin apoyo ni control oficial, involucrando vastos contingentes de grupos familiares que no tienen, en la mayoría de los casos, otras opciones de sobrevivencia.

La entrevistada mencionó que los segregadores están expuestos a varias enfermedades que generalmente son respiratorias causadas por inhalar aerosoles, compuestos orgánicos, desechos patógenos y sustancias volátiles que ocurren en el momento de la recolección de residuos, todo esto con el objetivo de tener acceso a algunos centavos. Muchos trabajan incluso cuando la basura es quemada o los vertederos presentan vientos fuertes lo que complica aún más su seguridad.

“Su trabajo se desarrolla en las peores condiciones en términos sanitarios, laborales, de ambiente de trabajo e ingresos. Por lo general, trabajan en las calles, en los vertederos o en lugares abiertos, sin protección alguna; sin seguros de salud, expuestos permanentemente a contraer diversas enfermedades”, lamentó.

Es por esa razón que recomienda que se creen políticas de seguridad ambiental y laboral para estas personas que reciclan desechos para mantener a sus familias.

El trabajo de los segregadores es diario y en cada recolección generalmente los precios ya están establecidos y las industrias les pagan por kilo. La ganancia es muy diferente porque depende del tipo de material, por ejemplo el kilo de las botellas de plástico se compra a Bs 2,50 y se vende a las industrias a Bs 3.

Casi el ochenta por ciento de la basura que genera solamente La Paz contiene materiales que son aptos para el reciclaje, sin embargo al no existir la cultura de clasificación de residuos, el trabajo para los segregadores de inicio es complicado y por ende en los vertederos o algunas calles donde la basura se acumula su salud corre peligro.