Tokio, (EFE).- El cierre del reactor 6 de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa dejó a Japón con una sola unidad atómica operativa tras la crisis de Fukushima, lo que aumenta la incertidumbre sobre su suficiencia eléctrica de cara al verano.
A primera hora Tokyo Electric Power (TEPCO), operadora de la planta de Kashiwazaki-Kariwa en Niigata (noroeste) y también de la maltrecha central de Fukushima, anunció la parada del reactor para su revisión regular y situó a Japón, con 53 de sus 54 reactores detenidos, al borde del apagón nuclear completo.
Tras la parada total de la planta de Niigata, ahora el único reactor operativo en Japón es el número 3 de la planta de Tomari (en la isla septentrional de Hokkaido) que anunció ayer que suspenderá su actividad el próximo 5 de mayo.
Desde que el devastador terremoto y tsunami de marzo de 2011 provocara la peor crisis nuclear en 25 años, ninguno de los reactores del archipiélago detenidos por seguridad o para someterse a las revisiones que cada 13 meses estipula la ley ha sido reactivado.