Furia de Titanes 2

Sam Worthington, Ralph Fiennes y Liam Neeson interpretan nuevamente a los dioses en pie de guerra en Furia de Titanes 2 (Wrath of the Titans), bajo la dirección de Jonathan Liebesman.

LA HISTORIA

Una década después de haber vencido heroicamente al monstruoso Kraken, Perseo (Worthington), el semidiós hijo de Zeus (Neeson), está intentando llevar una vida tranquila en un pequeño pueblo como pescador y padre soltero de su hijo de diez años, Heleo.

Pero sin que Perseo lo sepa, se está llevando a cabo una batalla por la supremacía entre los dioses, que amenazará su idílica vida. Peligrosamente debilitados por la falta de amor de la humanidad, los dioses están perdiendo su inmortalidad así como el control sobre los aprisionados titanes y su feroz líder, Crono, padre de los hermanos que han reinado por mucho tiempo, Zeus, Hades (Fiennes) y Poseidón (Danny Huston). El triunvirato derrocó a su poderoso padre hace mucho tiempo y lo abandonó en el sombrío abismo de Tártaro, un calabozo que se encuentra en las profundidades del cavernoso Inframundo.

Ahora, Perseo no puede ignorar el llamado, pues Hades, junto con el hijo de Zeus, Ares (Edgar Ramirez), cambia de bando y hace un trato con Crono para capturar a Zeus. La fuerza del titán se incrementa mientras los poderes divinos que le quedan a Zeus disminuyen... Y el infierno se desata en la Tierra.

Tras pedir ayuda a la reina guerrera Andrómeda (Rosamund Pike), al hijo semidiós de Poseidón, Agénor (Toby Kebbell), y al dios caído Hefesto (Bill Nighy), Perseo valientemente se embarca en una peligrosa misión al Inframundo para rescatar a Zeus, derrocar a los titanes y salvar a la humanidad.

SOBRE LA PRODUCCIÓN

“Es una maravillosa aventura que lleva a Perseo a lugares en los que ningún mortal ha estado antes y lo enfrenta a enemigos a los que ningún hombre se ha opuesto jamás”, dice el director Jonathan Liebesman, quien aprovechó la oportunidad de trabajar en uno de sus géneros favoritos y contar una historia sobre cómo enfrentar al destino. Eso es algo, dice, “que todos eventualmente debemos hacer, quizás no tan heroicamente, como Perseo. La razón por la cual la mitología griega trasciende el tiempo es porque está llena de arquetipos clásicos, de tragedia, comedia, traición, venganza. Lo tiene todo y es parte de nuestra cultura colectiva. Todos conocen a Zeus y Hades; todos saben lo que es el Inframundo”.

Tras haber sobrevivido su primer encuentro con el Inframundo en la guarida de Medusa diez años antes, Perseo ha intentado olvidar los demonios del pasado y vivir una vida tranquila como pescador junto a su hijo. Pero no tiene opción cuando la guerra llega a él, y a pesar de que intentó esconder su identidad como semidiós por años, no puede seguir negando sus orígenes... O su lugar en el campo de batalla.

“En su primera aventura, Perseo había perdido a todas las personas que le importaban y buscaba venganza, así que, en cierta manera, probablemente en ese momento no le importaba vivir o morir”, recuerda Sam Worthington, quien lo interpreta una vez más. “Pero ahora ha madurado, tiene un hijo al que ama profundamente y está contento con su vida. Ve al mundo de forma diferente; no quiere que ese mundo cambie”.

Pero su mundo habrá de cambiar, debido, en parte, al sentimiento de responsabilidad que siente por su padre, el rey de los dioses, Zeus.