El proceso pensante y su importancia en el desarrollo de nuestra vida

El proceso pensante es la forma en que funciona nuestra mente, las maneras de evocar o de recordar, las formas de hablar o de describir lo que percibimos, las imaginaciones que realizamos y las decisiones conscientes o subconscientes que vamos tomando, todas estas cosas y la forma en que se mueven y funcionan es lo que yo llamo el proceso pensante.

Cada proceso pensante crea y produce una realidad personal y hasta cierto punto una micro realidad colectiva; el conocimiento o desconocimiento de la mente en sus dos formas y su funcionamiento determina la forma en que lo que pensamos se manifiesta en nuestra vida.

Todos tenemos un proceso pensante lo sepamos o no y si dicho proceso pensante si no lo gestionamos, si no lo dirigimos nosotros mismos, otros se encargarán de ello y tal vez, si así sucede, podría no gustarle mucho esa idea y esos resultados así obtenidos también.

Dentro del proceso de pensar, la función de la evocación o la recordación es una de las funciones más importantes de la mente, pues en nuestra memoria está todo el bien y todo el mal de nuestra vida.

Aprender a evocar de manera voluntaria y deliberada es una de las tareas más interesantes y agradables que pueda aprender cualquier ser humano y la otra tarea complementaria es la tarea de remodelar recuerdos de manera tal que se puedan corregir todos los recuerdos dolorosos y se pueda mejorar los recuerdos positivos que tengamos archivados en nuestra memoria.

Nuestra memoria nos influye constantemente y si está cargada de recuerdos dolorosos o traumáticos, así se va desenvolviendo nuestra vida: una vida traumática viene definida por una memoria de un trauma o una serie de traumas que no se han resuelto; cuando los traumas se resuelven en un ambiente terapéutico, la forma de vida se normaliza y la positividad como forma de pensar y de vivir reaparece.

Otro de los aspectos importantes es el borrado de imaginaciones impresionables y sugestionantes; existen percepciones o imaginaciones internas que nos asustan o avergüenzan, pocas son las personas que saben cómo corregir dichas imaginaciones detestables y desagradables, la mayor parte de las personas tienen que resignarse a vivir con semejantes percepciones negativas quedando expuestas a re experimentar dolor en cada ocasión en que se recuerda la imagen sugestiva o impresionante.

En un ambiente de aprendizaje se puede aprender un método para anular y modificar imágenes internas que son muy desagradables o difíciles de borrar; existen ciertos principios con los cuales se pueden hacer ciertos arreglos para que las imágenes dejen de molestarnos y de influirnos negativamente, hoy vamos a manejar tres de estos principios y aprenderemos directamente con un ejercicio mental: Piense en un recuerdo desagradable que cada que lo recuerda se pone mal, tómese unos instantes y busque ese recuerdo específico; voy a suponer que lo recordó, ahora que está viendo la imagen con los ojos de la mente, háblele a la imagen y dígale: “Inmovilízate”, “congélate”, a continuación dígale a la imagen:”achícate, achícate más aún” y una vez que la imagen se haya achicado dígale, “sal de mi campo mental y aléjate a dos metros de mi cuerpo y a continuación observe con los ojos de su mente su nueva imagen mental reducida y fuera de su cuerpo, verdad que se siente mejor?, nos vemos en el artículo de mañana.

Palabras del autor:”Las pequeñas estrategias mentales pueden limpiar nuestra mente de imágenes negativas”

Nota importante: Los programas de cambio y mejoramiento de las conductas de veintidós días producen personas positivas y sensatas capaces de responsabilizarse de sus vidas y de sus estudios o de sus asuntos con las habilidades mentales y corporales que se aprenden.

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