Aduana frente a una lucha desigual

Al margen de ser una vía de tránsito de mercaderías, Bolivia se convirtió en “exportador” ilegal de muchos productos, por lo general alimentos y especialmente combustibles que salen hacia el Perú a través de Desaguadero, Casani, Puerto Acosta, Santiago de Machaca, entre otros.

A su vez, el país se ve inundado de productos peruanos y chinos que dominan la manifactura, electrodomésticos, línea blanca, telas, ropa usada, alimentos perecederos, leche, pañales, papel higiénico, licores, cigarrillos, plásticos, botones, cierres y –pese a las prohibiciones expresas de la Aduana- vehículos “chutos” y robados en fronteras con Chile, Brasil y Argentina.

Para las autoridades aduaneras la lucha contra el contrabando sigue siendo tarea pendiente y, en muchos casos, una pérdida de tiempo.

Durante la gestión 2011, la Aduana Nacional logró recaudar por incautación de mercadería ilegal que ingresa al país $us 1.638 millones lo que significa el 15% de la recaudación aduanera. El 85% restante de las recaudaciones ingresaron a la entidad, a través, del pago de aranceles que alcanzaron más de $us 1.600 millones.

Según datos del Control Operativo Aduanero (COA) durante el 2011, esa unidad realizó 6.110 operativos en todo el país, de los cuales 6.070 fueron tipificados como delitos de contrabando. Los departamentos con mayor frecuencia de este tipo de casos son Oruro, La Paz y Santa Cruz.

La presidenta Ejecutiva de la Aduana Nacional, Marlene Ardaya, informó que gran parte de la mercadería incautada es donada a los asilos, hogares de niños, instituciones de beneficencia (en el caso de mercadería perecedera), en tanto que los artículos o suntuarios (muebles, telas, artefactos eléctricos, computadoras, celulares y otros), son rematados o donados a la administración pública.