Cerca de catorce personas han muerto en las últimas 24 horas a causa de la violenta ola de disturbios de tinte político que afecta a la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, informó ayer a Efe una fuente policial.
“La ciudad está bajo control de las fuerzas de seguridad”, dijo un portavoz de la policía local, Qasmi Ahmed, quien reconoció que las calles de Karachi, la mayor ciudad del país con cerca de 18 millones de habitantes, están hoy casi desiertas.
Según medios locales, el transporte público y los centros educativos permanecían ayer inactivos en previsión de que se produzcan más disturbios.
La muerte de un militante del Partido Awami (ANP), ligado a la población pastún, reavivó los enfrentamientos que brotaron el martes a causa del asesinato de un miembro de otro de los partidos con peso regional, el Muttahida Quami Movement (MQM).