Desde la tribuna

Otra vez Antequera. El árbitro del partido entre Bolívar y Aurora, Joaquín Antequera, también dirigió el cotejo del pasado miércoles cuando The Strongest le ganó a Nacional Potosí. En aquella ocasión, el juez cruceño y sus colaboradores ingresaron tarde al campo de juego, lo hicieron después de ambos equipos, algo inusual teniendo en cuenta que los jueces deben esperar a los rivales en la cancha. Ayer sucedió lo mismo, el réferi salió a la cancha después de Bolívar antes del inicio del encuentro.

Poca gente. Aproximadamente siete mil personas fueron a ver el partido de ayer, poca gente teniendo en cuenta que la Academia necesitaba del apoyo de su hinchada. Las razones por la falta de espectadores pueden ser distintas, pero la Academia no recibió el apoyo esperado de su afición.

Pelea por banderas. En los anteriores partidos de la Academia como local, en la curva sur del estadio se ubicó la barra de Bolívar llamada “la banda del traidor”. Ayer, los miembros de la Policía Nacional les pidieron quitar unas banderas instaladas en el sector donde ellos tenían que ubicarse. Los hinchas no quisieron y se enfrentaron con los efectivos policiales.

Problemas con las cámaras. Los integrantes de la casamata de Bolívar no tenían buena visibilidad del compromiso, porque la cámara ubicada en la pista atlética de la empresa que tiene los derechos de televisación no les permitía observar todo el campo de juego. El asistente técnico de Bolívar, Edison Ibarra presentó el reclamo ante la mesa de control, pero al final todo quedó en nada y la cámara no fue retirada.

Addles distraído. En una jugada en la que Aurora fue al ataque sobre el arco de Marcos Argüello, Darwin Peña tenía el balón y envió un pase para Augusto Andaveris, pero no contaba con la obstrucción de su propio compañero, Renán Addles, que en ese momento se ataba los cordones de uno de sus botines y perjudicó el desenlace de la jugada.