Romero ratifica postura del vicecanciller Alurralde

En días pasados, el vicecanciller Juan Carlos Alurralde anunció que el Gobierno boliviano podría abrir procesos en contra de Chile en nombre de la reivindicación marítima y por otros temas pendientes con este país. El ministro de Gobierno, Carlos Romero ratificó esta postura afirmando que Bolivia tiene derechos históricos e internacionales al respecto.

“No solamente el tema del mar está pendiente con Chile, están pendientes muchos temas como el Silala, el río Lauca, y lamentablemente, Chile nunca ha formalizado una propuesta al Estado boliviano, nunca ha encarado con seriedad el tema. Pero ahora ellos están presidiendo un dispositivo de integración muy importante y ahí tienen la obligación ante Bolivia, ante el mundo de resolver los obstáculos que no permiten una plena articulación regional y uno de esos obstáculos son los temas pendientes con Bolivia”, señaló Romero a radio Panamericana.

Asimismo, indicó que el país tiene la historia que los respalda respecto a la recuperación de una salida soberana del Pacífico.

“Además tenemos todo el respaldo de la historia, de las leyes que nos asisten como Estado boliviano y podríamos acudir en cualquier momento a cualquier instancia internacional porque es parte del derecho internacional publico” citó.

ALURRALDE

El vicecanciller Juan Carlos Alurralde, informó que una de las opciones para recuperar los recursos bolivianos y una salida soberna al mar, sería a través de demandas judiciales.

“Una opción es demandar todos estos puntos, en los cuales Chile tiene obligación en derecho internacional, a un mecanismo de resolución de controversias, donde con seguridad el caso del Silala sería expedito por su claridad. Es sencillísimo hacer que una corte se pronuncie sobre el Silala, pero es una pena que tengamos que resolver todo en las cortes, vamos a estar en juicios toda nuestra vida con Chile, pero pareciese que ése es el único camino que ellos nos dejan como opción”, dijo.

Alurralde lamentó que las negociaciones y los pedidos de diálogo por parte del Ejecutivo no tengan eco ni avances significativos con el gobierno chileno.