El caso de los campesinos del TIPNIS no encuentra cauces de solución tan sólo porque falta el sentido de unidad, la conciencia de que todos los grupos que conforman la región pertenecen a las mismas clases y razas y porque ambos podrían encontrar objetivos, dentro de la ley, que les permita alcanzar situaciones importantes para su desarrollo económico.
La verdad es que surgida la CIDOB -Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano- como organización representativa de todos los campesinos de la región, que reclamaron lo que en justicia les correspondía, buscaron que el Gobierno evite la construcción del camino carretero que destruya o divida el Parque considerado como reserva; surgió, como contrapartida, el grupo llamado CONISUR -Consejo Indígena del Sur-, organización perteneciente al oficialismo y, además, conformada en su mayor parte por cocaleros del Chapare que buscarían “hacerse de terrenos y cultivar coca” que, es bien sabido, estaría destinada a la fabricación de droga.
Los indígenas del CONISUR buscan que el Gobierno construya la carretera sobre la base de los planos originales alegando que “la falta del camino perjudica a todos los campesinos que no permiten el progreso de la región”. Los integrantes de la CIDOB, parte importante del TIPNIS, buscan evitar la depredación, la matanza indiscriminada de la fauna, la destrucción de la naturaleza y extinción de muchas especies vegetales. El Gobierno busca que, mediante la Ley de Consulta, sean los campesinos quienes decidan la pertinencia de la carretera y consiguiente aprovechamiento del Parque que es Reserva.
Para la CIDOB, como es lógico en el sentir de los mismos campesinos, no corresponde la Consulta porque la Constitución Política del Estado y la Ley Corta, aprobadas por el Gobierno, son las que apoyan a la CIDOB y establecen la “imposibilidad e inconveniencia de destruir el parque para construir una carretera que destruirá la reserva natural y complotará contra los intereses del Estado”. Las contradicciones son, pues, muy grandes y mientras la CIDOB basa sus argumentos para preservar la Reserva, el CONISUR busca que, de todos modos, se haga la Consulta y, como cuenta seguramente con muchos votantes cocaleros del Chapare y otras regiones, querría que esa especie de referéndum sea el medio para decidir lo más conveniente.
El Gobierno, propugnador y firmante de la Ley Corta, de la Constitución y del apoyo inicial al TIPNIS en su estructura original, crea con sus actitudes pugnas y contradicciones entre quienes debería primar la unidad y disponer que quienes no pertenezcan a la región no actúen en la forma que lo hacen, en detrimento de los intereses de lo que resulta ser el pulmón que da vida a las reservas y, además, implica desarrollo para el país y fortaleza para lo que tiene que seguir como reserva natural del planeta.
Las autoridades, por la propia responsabilidad que tienen en la vigencia de las leyes, deberían y podrían evitar la acción de extraños que no son parte de los sitios que son causa de pugnas y división y que, además, nada tienen que ver con los problemas que ha enfrentado el TIPNIS. Los campesinos de la CIDOB cuentan con el respaldo de toda la comunidad nacional e internacional porque se sabe que es en bien de lo que pertenece no sólo a Bolivia sino que resulta un patrimonio de toda la humanidad.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |