El regreso de un héroe

Furia de Tutanes 2 no solo marca el rencuentro de Perseo con su padre, Zeus, y su artero tío, Hades; sino que también marca el rencuentro del trío de actores que los interpretan: Sam Worthington, Liam Neeson y Ralph Fiennes.

“No podía imaginar a nadie más en estos papeles, así que me sentí feliz de que todos estuvieran de vuelta para seguir contando la historia”, dice el director Liebesman.

Worthington comenta que él estaba interesado en explorar los cambios en su personaje, pues ha pasado ya alrededor de una década en la vida de Perseo. “A diferencia de antes, ahora él está renuente a unirse a la lucha. No es una decisión fácil, y su indecisión se debe a que intenta determinar qué es lo correcto: ¿Debe abandonar a su hijo para ayudar a su padre, o quedarse junto a su hijo y dejar a su padre que se las arregle solo?”.s

“En la mitología griega”, señala Liebesman, “los dioses siempre descuidan a sus familias humanas. Son muy egoístas. Perseo, a pesar de ser un semidiós, está intentado tener una vida abnegada como mortal, dedicándose a criar a su hijo”.

La disyuntiva inicial de Perseo parece sencilla: Es padre, no debe ir a ningún lado y no importa cuánto le suplique Zeus, no importa en cuántos de sus sueños Zeus lo acose. Pero la decisión se le va de las manos cuando la lucha literalmente llega a él en la forma de una aterradora Quimera de tres cabezas que ataca su pueblo. Por supuesto, su lucha con el monstruo hace evidente para todos, incluyendo a su hijo, que Perseo no es un pescador común y corriente.

A pesar de cuánto desee Perseo que las cosas regresen a la normalidad, está claro que esto no sucederá, que Zeus tiene razón: el mundo está cambiando. Es un mensaje que el dios del trueno y el relámpago también ha tratado de transmitir a su hermano Hades, pero sus advertencias no han sido escuchadas.

“Jonathan estaba decidido a redefinir la relación entre los dioses, particularmente Hades y Zeus”, dice Fiennes. “Siempre han tenido una historia complicada, pero esta vez está llegando a un punto crítico. Los poderes de los dioses disminuyen a la vez que la humanidad encuentra su propia interpretación de los valores. Hades ha decidido que la única manera de mantener algún tipo de poder, que él equipara con la inmortalidad, es liberar la eterna fuerza destructiva de su padre, Crono, del lugar donde ha estado aprisionado por tanto tiempo. Zeus está en contra, pues sabe que eso traerá consigo una destrucción masiva, de manera que los hermanos están en conflicto desde el comienzo”.

“Zeus comprende que los dioses se debilitan porque es hora de que los humanos sean fuertes”, explica Neeson. “Él ve qué es lo correcto, entiende este nuevo orden mundial y lo acepta. Por desgracia, es incapaz de convencer a Hades y su benevolencia hacia los mortales lo hace vulnerable a los viejos trucos de su hermano”.

Aunque son enemigos en la pantalla, Neeson y Fiennes son grandes amigos detrás de las cámaras y disfrutaron trabajar juntos nuevamente. “Ralph es un amigo muy querido y fue sensacional interpretar tantas escenas juntos”.

En ocasiones, la seriedad de sus papeles fue demasiado cómica para los dos actores. “Algunas veces no pudimos aguantar la risa”, continúa Neeson, “porque estábamos ahí de nuevo con pelucas largas y barbas y corazas, yo con mi rayo y él con su horquilla”.

Fiennes añade: “Liam y yo interactuamos mucho más en este film que en el anterior, y tuvimos escenas muy intensas, lo que nos encantó. Y trabajar con un amigo siempre es algo bueno”.

Nuevos miembros del elenco se unieron a la producción en papeles importantes. El actor venezolano Edgar Ramirez tomó el papel de Ares, el amargado hijo de Zeus. Resentido por la predilección de su padre por su medio hermano Perseo, Ares, el dios de la guerra quiere sangre.

Ramirez disfrutó el papel. “Crecí viendo películas fantásticas y siempre quise estar en una”, revela. “Así que interpretar a Ares, uno de los más prominentes dioses del Olimpo y, por definición, el más grande guerrero de la historia, fue la oportunidad de cumplir mi deseo de forma divertida. Ares disfruta pelear solo por pelear; el calor de la batalla es lo que impulsa a este personaje. Es violento y agresivo, con un ego muy grande, pero frágil de cierta manera: Su ego se desinfla fácilmente por lo que él percibe como la preferencia de Zeus por Perseo, el hijo que nunca amó a Zeus. Ares se siente excluido, así que cuando Hades le ofrece una oportunidad de vengarse, la aprovecha”.

“Edgar hizo una interpretación increíblemente pasional de Ares. Realmente profundizó en los celos, la pasión y el enojo que se acumuló dentro del dios por tanto tiempo”, dice Liebesman.

Otro despreciado descendiente de los dioses es Agénor, el hijo perdido de Poseidón, convertido en un criminal. Como necesita su innata pericia en el mar, Perseo lo busca y lo encuentra pudriéndose en la prisión del campo de batalla de la Reina Andrómeda.