El efecto de los pensamientos testarudos e irreversibles

• Cada pensamiento crea según su especie y según su manera de reaparecer en el campo de nuestra conciencia; existen, por el principio de correspondencia cierta similitud entre los pensamientos que se piensan de forma habitual y las características de ciertas dolencias.

• Las personas que suelen tener maneras duras y rígidas de pensar, suelen no aceptar ninguna sugerencia ni ningún consejo al respecto y acaban por somatizar alguna enfermedad por esa misma condición.

• Los pensamientos testarudos e irreversibles podrían originar dolencias de ese tipo; esto se puede cambiar cuando utilizamos el poder de tomar conciencia de nuestras creencias subconscientes y tomamos la decisión de revisarlas y decidir si vamos a seguir con ellas o si preferimos introducir en nuestra mente subconsciente una creencia mejor o cuando menos, una creencia menos peligrosa.

• Son muchas las personas que con su mentalidad “durísima” que no quieren saber ni de cambiar ni de aprender conocimientos nuevos y creen, están convencidos de que tienen la verdad absoluta en sus vidas siendo que si analizaran su realidad personal y se miraran al espejo con amor y sinceridad podrían ver el estado de su vida, de sus finanzas, de sus relaciones y sobre todo de sus verdades íntimas e internas que son las que se van manifestando en su vida exterior y en su salud y en sus demás condiciones externas.

• Una visión de la verdad interna y externa de nuestra vida nos dice cómo y en qué estado esta nuestra vida y por proyección lo que podría ser el futuro si no hacemos los cambios de rumbo y de dirección adecuados.

• Si por si acaso tuviéramos una manera de ser testaruda lo correcto es levantar banderas rojas de advertencia porque los pensamientos testarudos son fuerzas que nos impulsan justo en la dirección que debemos evitar.

• Lo opuesto a la testarudez es la flexibilidad mental y la disposición a hacer siempre lo que más convenga a nuestra salud y a nuestros intereses y esto se puede lograr con una nueva creencia que diga: “Cada día me vuelvo mentalmente más flexible”.

• Respecto a los pensamientos irreversibles que llevan a la creencia acerca de enfermedades irreversibles, se pueden neutralizar esas creencias negativas con esta otra creencia: “Todos mis pensamientos se vuelven reversibles y revisables” y de esta manera se puede conseguir crear una creencia sana que nos permita corregir cualquier error en conducta o hábito mental que pueda producir una enfermedad degenerativa o irreversible.

• Como podrá darse cuenta nuestro querido lector o nuestra querida lectora, tener maneras de ser y de pensar tercas y obstinadas solo conduce a situaciones de autodestrucción y lo mejor que puede pasar es que decidamos ver, oír y admitir nuestros errores a tiempo para poder programarnos nosotros mismos una nueva manera de ser y de pensar, de tal forma que nuestra salud sea siempre nuestra primera riqueza y como sabemos, lo demás llegará por añadidura.

• Ejercicio de cambio de creencia: hágase esta pregunta: ¿Cuál es la creencia que tengo respecto a mi manera de pensar? Espere su respuesta y cuando la tenga anótela; Ahora hágase esta otra pregunta: ¿Cuál sería la creencia nueva que me convendría tener en lugar de la creencia anterior? Espere la respuesta de su subconsciente y después de comparar las dos creencias elija la que mejor le convenga, nos vemos en el artículo de mañana.

• Palabras del autor: “Cada pensamiento crea según su naturaleza”.

• Nota importante: Los programas de cambio y mejoramiento de las conductas de veintidós días producen personas positivas y sensatas capaces de responsabilizarse de sus vidas y de sus estudios o de sus asuntos con las habilidades mentales y corporales que se aprenden.

• Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema, llame a los teléfonos del encabezado desde las 8.30 de la mañana (2488284 – 72513317), los problemas sólo se resuelven cuando se los afronta con seguridad.