Desde el sofá

Como una alfombra. La cancha de césped sintético del estadio Elías Aguirre de la ciudad de Chiclayo parecía realmente una mesa de billar. Sin duda alguna, esto benefició de gran manera al equipo del Juan Aurich, que está acostumbrado a jugar en este campo de juego, mientras que los jugadores atigrados sintieron las dificultades de jugar en esta cancha, nueva para ellos.

Mucha humedad. Al momento del partido, la humedad en la ciudad de Chiclayo llegaba incluso al 80 %. Esto sumado a la temperatura, que bordeaba los 26º, hizo mella en los jugadores del Tigre, que además de transpirar la camiseta por el juego y por el equipo, lo hacían de sobremanera por las condiciones climáticas de la ciudad peruana.

Ojeda hizo falta. Delio Ojeda, defensor paraguayo de The Strongest se lesionó en el partido que su equipo empató con Oriente Petrolero el pasado domingo. El cuerpo técnico esperó hasta el último momento a que Ojeda se recuperará, lo que finalmente no pasó. Matías Marchesini lo reemplazó, pero no fue lo mismo. El equipo extrañó al jugador guaraní en el sector defensivo.

Muy cerca. Cuando faltaban dos minutos para que finalice el primer tiempo llegó una gran jugada del Tigre, en la que estuvo a punto de empatar el compromiso. Sacha Lima sacó un remate con mucha potencia de un tiro libre que, tras un ligero desvío, pegó en el travesaño del arquero Diego Penny.

Los vivos de siempre. Es muy común en un partido de fútbol en el que el equipo local está ganando, que los muchachos que pasan pelotas se retrasen a propósito, o incluso desaparezcan. Ayer no fue la excepción; en un momento del juego, Sebastián Gonzáles se enfadó tanto, que llegó a discutir y jalar de su camiseta a uno estos chicos.