Lima.- Tras veinte años del “autogolpe” de Estado que dio el 5 de abril en 1992 y preso por delitos de lesa humanidad, el expresidente peruano Alberto Fujimori aún tiene muchos seguidores y su bancada es la principal oposición en el Congreso.
Ese día, los militares y sus tanques tomaron el control de las calles y las principales instituciones públicas y privadas del país, mientras que el gobernante dirigía un mensaje televisado en el que anunciaba su decisión de “disolver” el Congreso de la República, intervenir el Poder Judicial y borrar el Tribunal Constitucional, informó Efe.
Aunque sus seguidores afirman que esa medida permitió devolverle la estabilidad económica al país y derrotar al grupo terrorista Sendero Luminoso, es también innegable que el control absoluto del poder permitió el inicio de la gigantesca red de corrupción que lideró su asesor y mano derecha Vladimiro Montesinos.