El presidente Evo Morales celebrando el Día del Mar señaló que “Chile no puede continuar siendo un mal vecino”, a lo que ese país respondió con soberbia rechazando el retorno de Bolivia al mar (EL DIARIO 23/3/2012). Además el presidente Sebastián Piñeira declaró enfáticamente que “Chile no tiene nada pendiente con Bolivia” (Santiago, 24/3/2012). Piñera olvida que están pendientes de solución:
1.- Reivindicación marítima de Bolivia para salir al mar.
2.- Desocupación y devolución de las islas San Antonio, San Félix y Sala-Gómez localizadas en el océano Pacífico, que son de propiedad de Bolivia.
3.- Pago por el uso y aprovechamiento de ríos internacionales localizados en la Cordillera Occidental, frontera Bolivia-Chile.
4.- Pago por la deuda histórica correspondiente al uso arbitrario e ilegal de aguas bolivianas recolectadas con canales artificiales en los bofedales del Cantón Quetena, Provincia Sur Lípez de Potosí.
En el primer caso, Chile debería revisar su posición intransigente, frente a un pedido justo de Bolivia para salir al mar en forma soberana.
En el segundo, Bolivia se basa en serias y profundas investigaciones realizadas por historiadores bolivianos, tomando en cuenta que en el “Pacto de Tregua de 1884” y el “Tratado de Paz” de 1904 se respeta como propiedad de Bolivia las islas San Antonio, San Félix y Sala-Gómez, ubicadas en el Pacífico. Según el historiador Mario Gutiérrez, los fundamentos expuestos en el “Alegato Histórico sobre los Derechos de Bolivia al Pacífico”, respecto a los antecedentes precolombinos del Desierto de Atacama, han puesto en evidencia que geográficamente esta descampada región se extendía de 80 a 100 leguas de costa, desde el río Loa hasta Copiapó, abrazando la tierra de mar a cordillera.
En el tercer caso, se trata de ríos internacionales existentes a lo largo de la Cordillera Occidental, frontera entre Bolivia y Chile, donde los grupos de poder deben pagar por el uso y aprovechamiento de aguas de:
- Río Lauca (1962), volumen 4 mil millones de m3, deuda total de 3,600 millones de $US.
- Río Caquena (1950), volumen 63 millones de m3, deuda total, 56,7 millones de $US.
- Río Cancosa (1990), volumen 142 millones de m3, deuda total de 127,8 millones de $US.
- Río Isluga (1990), volumen 236 millones de m3, deuda total de 212,4 millones de $US.
- Río Cariquima (1990), volumen 189 millones de m3, deuda total de 170,1 millones de $US.
- La deuda total seria de 4,167 millones de US$.
Notas
En los cálculos de uso del agua por volumen se usa los metros cúbicos, los años de utilización del agua al 2012, con precio de US$ 0.90/m3, para llegar a determinar el monto adeudado y considerando sólo el 50% del volumen de agua usada, por considerarlos como ríos de curso sucesivo.
En el cuarto caso, se analiza el volumen de agua vendida por la Compañía inglesa The Antofagasta (Chile) & Bolivia Railway, conocida como Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB), desde 1908. La Prefectura de Potosí le otorgó el permiso para utilizar aguas bolivianas del Cantón Quetena, hasta la nacionalización del FCAB en 1997, que fue negociada con el Gobierno de Chile, que a su vez otorgó ilegalmente aguas de Bolivia a la empresa de Antonio Andrónico Luksic Abaroa. Esta empresa y CODELCO vendieron 905,748,480 metros cúbicos de aguas bolivianas, considerando un caudal de 280 lt/seg., utilizados desde 1908, por un valor de US$ 815,173,632.
Se calcula que el Grupo Luksic desde 1997 al 2012 vendió, sin conocimiento de Bolivia, un volumen de 130,636,800 metros cúbicos de agua, que considerando el precio de $US 0,90/m3 da un total de US$ 117,573,120.
El canciller chileno Alfredo Moreno al manifestar que “Bolivia sigue una estrategia sin fundamentos para buscar salida al mar” (Santiago, 24/03/2012), se equivoca, porque Bolivia cuenta con “fundamentos” técnicos, históricos y jurídicos que respaldan su salida al mar. La declaración de Moreno y de otras autoridades políticas, unidos a los grupos de poder, muestran temor de dar a Bolivia una salida soberana al mar, al pensar que perderían parte o el total de las fuentes de riqueza usurpadas antes y después de la Guerra del Pacífico. Además los comerciantes e industriales que siguen enriqueciéndose con aguas bolivianas y minerales del cobre, sin pagar a Bolivia, temen perder el negocio más lucrativo del mundo.
El canciller Moreno está equivocado al pensar que Bolivia no tiene fundamentos para reclamar una salida soberana al mar. Prueba de ello es que expertos jurídicos e historiadores fundamentan la posición de Bolivia en libros como “Guano, Salitre y Sangre”, “La Guerra del Pacífico”, “El Chile que yo he visto”, “Historia General de Bolivia”, “Manual de Historia de Bolivia”, “Bolivia en la Guerra del Pacifico”, “Reintegración Marítima Boliviana” y otros.
En conclusión, ganó la Guerra del Pacifico para apoderarse del Litoral boliviano el sector privado o grupos de poder económico y no el pueblo chileno, como nos hacen creer los tradicionales grupos que han privatizado el sector agrario, quitándole el derecho al agua, para favorecer al sector minero, industrial e incluso privatizando la educación estudiantil y universitaria, por ser también fuente de lucro.
El autor es Ing. Civil - Militar,
Ambientalista y ex miembro del BID.
anbazqui@entelnet.bo
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán Consejo de Administración:
Miguel Lazo de la Vega |
Ernesto Murillo Estrada |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |