Roma.- Benedicto XVI presidió ayer la ceremonia de Viernes Santo en el Coliseo de Roma el Vía Crucis, en el que dijo que la cruz ha cambiado la humanidad y tuvo palabras de aliento para las familias, “que en este tiempo -afirmó- sufren, además de incomprensiones, la precariedad del trabajo y la crisis económica”.
Ante varias decenas de miles de persona que acudieron al Coliseo romano para el sugestivo rito, el pontífice manifestó que la experiencia del sufrimiento y de la cruz marca a la humanidad y a la familia, informó Efe.