Bolivia, país gastador

El Gobierno dice que se tuvo logros en las exportaciones de materias primas como el gas, minerales y nacionalización de empresas estatales estratégicas como YPFB, ENTEL, minería nacionalizada y cooperativizada, pero eso de “nacionalización”, si seguimos importando diesel oil y gasolina, dicen analistas ¿no es una impostura?

Bolivia recibe por la venta de gas a Brasil y Argentina grandes cantidades de recursos que deberían servir para la creación de industrias, manufacturas, agronomía y la industrialización de nuestras materias primas, aunque para ello se debe trabajar por un cambio en los patrones de producción y la distribución equitativa, ya que el crecimiento de la economía nacional no es posible por falta de inversión y la industria del país no avanza.

El 2011 hubo 1.400 conflictos sociales, medidas extremas, bloqueos, paros, huelgas, marchas, toma de empresas -como actualmente- por ello Bolivia está considerada como el país más conflictivo. Caen el sector industrial, las exportaciones no tradicionales, resultan perjudicados los exportadores y el mercado textil a Venezuela.

Desde que el Gobierno en 2007 motivó la crisis alimenticia a través de la competencia “desleal” de la Empresa de Productos Alimenticios (EMAPA), la industria agropecuaria sufrió grandes “bofetadas”, ya que en este caso harina, aceite, arroz, azúcar y soja están subvencionados y prevalece el monopolio del Estado, que en vez de fomentar la producción, ha fomentado el contrabando, el agio y la especulación. Además se siente que habría un trasfondo político al tratar de eliminar la base económica del oriente y la empresa privada cruceña con el “control de la economía amazónica”, según planteó el vicepresidente Alvaro García Linera en una entrevista a medios de comunicación mexicana.

El Servicio Nacional de Impuestos (SNI) hace una serie de operativos de control tributario, exige pago de tributos puntuales con pena de ser sancionados los infractores y precintados los negocios, aunque grupos sociales como pequeños mineros, cocaleros, agricultores campesinos, yatiris, cooperativistas, no pagan el Impuesto al Valor Agregado (IVA), son eximidos por el favor político y premio a la lealtad. El grupo oficialista gobernante propone gravar impuestos a la Iglesia.

Ahora sí somos un país pobre, estirando las manos fuera de nuestras fronteras, con deudas externas, echando mano a las RIN, pero aparentamos ser millonarios, compramos: avión Falcón por $us. 38,7 millones; satélite chino por $us. 295 millones; aviones chinos por $us. 57,8 millones; 6 helicópteros chinos por $us. 108.729.121 millones. Pagamos por un terreno $us 500.000 al Arzobispado de La Paz y pretendemos construir el nuevo Palacio Plurinacional y un edificio para la Asamblea Legislativa, realmente es incomprensible. La imposición y el autoritarismo parecen predominar al ostentar ser ricachones sin serlo e inclinados a la fastuosidad, al derroche de recursos, lo que es mala señal, si ya se habla de abuso de poder, mientras la población sufre pobreza, miseria, apenas tiene para vivir y comer. En El Alto existen 3 mil indigentes, 1.000 son niños y adolescente, viven en las calles. El 10% de los pequeños sufre extrema desnutrición, 3,6 millones viven en la extrema pobreza. Campesinos sobreviven con apenas Bs. 8 al día, se alimentan mal. De cada 100 personas 80 son pobres y 60 sumamente pobres, 30 mil personas viven de reciclar basura en el país.

De España retornan 50 mil personas a engrosar las filas de desocupados. La Paz tiene 62 mil comerciantes ilegales, los vendedores callejeros aumentan cada día por efecto del desempleo. Por necesidad, 40 mil mujeres afiliadas a la Asociación de Trabajadoras Nocturnas se dedican al trabajo sexual en Bolivia.

¿Seguir gastando la plata del pueblo boliviano será buena señal?